El ‘más difícil todavía’ de un Messi que no deja ya ni digerir sus registros

Santi Giménez
Nació en Barcelona en 1968. Estudió Ciencias de la Información y Filosofía. En 1988 entró a trabajar en la revista Barcelona Olímpica, en 1990 en el diario Las Noticias. Tras cerrar ambos medios se incorporó al Diario de Barcelona en 1990, que no cerró hasta 1994. En 1994 entró en SPORT. Se incorporó al Diario AS en 2010, donde es Subdirector.
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Distancia. Lo más complicado ante Messi, además de marcarle, es tratar de mantener la distancia prudencial para poder evaluar lo que hace desde que debutó hace doce años. Cautivos de su capacidad, los espectadores corremos el riesgo de contemplar sus actuaciones como si fuera algo habitual de la misma manera que los espectadores de un circo esperan el ‘más difícil todavía’ de los trapecistas. Por eso, después de la exhibición del miércoles ante el City es bueno pararse a pensar en unos cuantos datos, fríos y matemáticos, que pueden poner en contexto lo extraordinario que a base de repetirse, ya nos parece ordinario.

Desatado. El 20 de marzo de 2012, Messi superó a César como máximo goleador de la historia del Barça al marcar su gol 232. El miércoles, con su segundo gol al City logró doblar esa cifra al anotar su tanto 464. Una barbaridad que se nos pasa por alto y que, acostumbrados al triple mortal diario no valoramos. Lo normal en los terrestres hubiera sido igualar ese récord al final de una carrera. Leo lo ha masacrado en menos de cuatro años.

El bingo. La cuenta de Twitter @MessiStats hace tiempo que propone un juego al inicio de cada partido llamado MessiBingo. Se trata de adivinar en qué minuto marcará. De los 90 minutos de un partido, el argentino ha anotado en todos menos en los dos primeros. A partir del tercer minuto, en todos. Ante el City liquidó el 69’, que le faltaba. Como dato a resaltar, destaca que en el período que marca más es a partir del 90. 28 goles en el descuento del partido seguidos de 12 en el alargue del primer tiempo.

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Asistente. Y todo eso, en un periodo en el que ha retrasado su posición. A los casi 500 goles que lleva (con 37 hat-tricks incluidos) hay que sumarle 203 asistencias, siete en la Champions donde lleva siete tripletes y un póquer. El miércoles, se permitió ceder un penalti a Neymar cuando llevaba tres goles. Posiblemente, se ha hablado muy poco de ese gesto.

Año de Balón de Oro. Puede que no lo gane, pero seguro que alguno que lo daba por seguro ya no descansa igual. En 2016, Messi lleva 41 partidos jugados con el Barça en los que ha marcado 40 tantos más 23 asistencias. Si sumamos los de la selección argentina, lleva, 47 goles. En lo que llevamos de campaña, ha jugado 10 partidos y lleva 12 goles. Y no parece que vaya a parar. Va tan deprisa que casi no podemos disfrutarlo.

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