Emoción. Fue emocionante escuchar cómo todo el estadio cantaba a capella el himno del Atlético antes de comenzar el partido. El club había preparado un gran tifo como homenaje a los 50 años del Vicente Calderón. “50 años de pasión”, se leyó en la pancarta que colgó de la grada de lateral. La afición está con su equipo, orgullosa de los suyos, de esos jugadores que se dejan la piel por el Atleti. Ir al Calderón ahora es sinónimo de alegría, de espectáculo, de pasarlo bien y ayer tocaba FIESTA MAYOR.
Las peñas. El Atlético dedica un partido al año a sus peñas, el verdadero motor de esta entidad. Llegaron a Madrid peñistas de toda España, mis amigos de Carrascal del Río, los de Lorca, ese Vidal que se recorre medio país para desplazarse desde Irún para estar con su equipo... Cuatro peñas han cumplido 50 años y otras nueve, 25. El Atlético tiene representación en todas las partes del mundo para orgullo de sus seguidores. El club preparó una serie de actos en La Ermita y la afición disfrutó.
Los exjugadores. El Atlético, tan poco sensible otras veces, sí ha estado en esta ocasión a la altura de las circunstancias y en los 50 años del Calderón se acordó de aquellos que formaron parte de su historia. Y hubo un reconocido homenaje a los Ufarte, Gárate, Irureta, Alberto (que junto a Luis formaron una de las mejores delanteras que ha pisado el Manzanares), Rivilla, Calleja, Eusebio, Melo, Ovejero, Jayo, Luiz Pereira, Quique Ramos, Pedraza, Rubio, Alfredo, Sabas, Kiko, Toni, Assunçao, Perea... Ellos fueron historia del Atleti, lo más querido para muchas generaciones de aficionados que aún los idolatran. Saltaron al césped del Calderón y se llevaron los aplausos.
Carrasco. El partido comenzó con susto porque el Atleti se durmió en un balón en la frontal. Simeone habia pedido a sus jugadores comenzar fuerte, como frente al Sporting y no como ante el Deportivo. Hubo unos minutos donde el Atleti lo pasó mal, pero se vino arriba y Carrasco enmendó el nerviosismo con sus goles. El belga hizo una aceptable campaña pasada pero puede dar mucho más de sí, muchísimo. Simeone le ha pedido más y se lo quiere dar. Hizo tres goles, el primer hat-trick de su carrera y el primero de un jugador belga en nuestra Liga. Se llevó el balón firmado por sus compañeros. El Calderón vivió su mejor cumpleaños y las peñas, su fiesta más grande.