Marcelo, la navaja suiza del Madrid
Hemos oído docenas de veces decir a los entrenadores que alguna de las claves, si no la más importante para ganar partidos, es el orden. Y también que les fastidia mucho equipos que juegan desordenados o sin patrón. Lo curioso del caso es que casi nadie permite a sus jugadores ese mismo desorden. El caso es que LaLiga está llena de equipos aseados y donde todo el mundo conoce su función. Y luego está Marcelo. Demasiado caótico para Mou, el resto de entrenadores ha visto siempre que su alma de aventurero produce tal caos en el rival que casi siempre se puede sacar provecho.
Ayer fue otro ejemplo de ello. Apareció de lateral, de extremo, de diez, y en el gol, de nueve. Si el equipo tiene centrocampistas inteligentes, es fácil cubrirle la espalda, un trabajo que Varane y Kroos hicieron admirablemente. Marcelo es una delicia para el espectador, una navaja suiza para Zidane y una caja de Pandora para el rival.