Andy Murray, campeón del Masters 1.000 de Shanghai
El español puso contra las cuerdas al escocés en la primera manga, pero el escocés reaccionó (7-6 y 6-1), suma un nuevo título y ya sueña con el número 1.
Roberto Bautista no pudo cerrar su magnífico torneo en Shanghai con el primer Masters 1.000 de su carrera, pero sí exigió al máximo a un Andy Murray que sumó un título más (venía de ganar también en el China Open) en una temporada donde el número uno ya es un objetivo realista. El británico, que llegaba lanzado (ha ganado sus últimos 20 sets), se vio obligado a templar sus nervios en la primera manga y desplegar su mejor tenis para derrotar al español, que no obstante, tras la decepción de la derrota, mostró una amplia sonrisa en la ceremonia de entrega de trofeos. No es para menos, ya que su balance es más que positivo: entrará en el top-15 (será 13º) después de jugar la primera final de Masters 1.000 de su vida y eliminar al número uno Djokovic en semifinales.
Y es que Bautista vendió cara su derrota. Pisó la pista central del Qi Zhong Tennis Center con la templanza impropia de alguien que disputaba el partido más importante de su carrera. Y con ella salvó momentos difíciles: con una dejada preciosa y dos estacazos que hacían correr al escocés levantaba la primera amenaza de break (2-2). El aviso lo pilló Murray, que se dedicó a intentar acelerar el ritmo de partido. Tanto, que se empezaron a ver signos de precipitación en el número dos del mundo. Eso, y el buen hacer de Bautista, que levantó dos bolas de set con 4-5 y llevó el partido al tie-break.
El problema para el de Castellón es que enfrente tuvo a un tenista superlativo, capaz de salir de su ‘pequeña crisis’ a base de buen tenis y de castigar cada error del español, que nunca tuvo opciones de llevarse el desempate (7-1). Set y tranquilidad para Murray, que arrancaba la segunda manga con rotura y que ya no abandonaría el timón del encuentro.
La segunda manga fue una exhibición del de Glasgow, una muestra del magnífico tenis que es capaz de desplegar un jugador que suma seis títulos esta temporada (Shanghai se suma a Roma, Queen’s, Wimbledon, China y el oro olímpico en los Juegos de Río) y al que Djokovic ya mira como seria amenaza para su número uno. También despertó del sueño a Bautista (ganador este año de los ATP 250 de Sofía y Auckland), que no obstante se marcha del torneo con la certeza de que es capaz de pelear en la élite.