Se han cumplido los 50 años del Calderón, el club está inmerso en las celebraciones y estas líneas quieren servir de homenaje a todas aquellas personas que ya no están con nosotros y que sí disfrutaron junto a sus seres más queridos en algún partido en el Manzanares. “Para entender lo que pasa hay que haber llorado dentro del Calderón, que es mi casa. O del Metropolitano, donde lloraba mi abuelo con mi papá de la mano”, dice el himno de Sabina. Muchos aficionados del Atlético se están acordando estos días de dónde vivieron ese partido inaugural el 2 de octubre de 1966 y con quién lo vieron. El otro día me escribió Mari, de Torrijos, quien vio el partido inaugural con 10 años junto a su padre Floro, quien ya nos dejó hace tiempo. Recuerdos, muchos recuerdos vienen a la memoria de aficionados, de seguidores de a pie para quien el Atlético lo ha sido todo.
Se han marchado jugadores emblemáticos, presidentes, dirigentes, empleados que dedicaron toda su vida al Atlético. Estos días deben servir de alegría porque el club está más vivo que nunca, más fuerte, es más competitivo, se ha modernizado... Nuestros hijos están disfrutando de lo lindo con el Atleti, están deseando ir al estadio, ver un partido de los de Simeone, visitar el museo... En definitiva, vivir el Atleti.
Nos esperan emociones fuertes en los próximos días. Eso es el Atleti. Sentirnos todos uno. Durante muchos años el Calderón ha sido para mí casi como mi segunda casa. Mi padre, madridista empedernido, siempre me pregunta por los dimes y diretes del equipo del Cholo. Nunca me habló mal del Atleti, su eterno y gran rival. Siempre elogió la calidad de los Collar y compañía. Mi homenaje es con él.