Jugadota
Gracias a esa JUGADOTA en el cierre del partido en Asunción, la Selección Colombia está con semblante positivo y con un puntaje más que bueno. El próximo rival, Uruguay, es el líder de la clasificación y en Barranquilla se le podría dar alcance en puntaje.
Volviendo a la doble pared ejecutada entre Bacca y Cardona, fue una jugada que escapó a lo que se vio durante todo el partido, con una primera fase donde al menos disfrutamos de tres opciones y con absoluto control del juego paraguayo.
Hubo una pena máxima enorme contra Cuadrado, ignorada por el juez Bascuñán. Pero así y todo, lucimos ordenados, concentrados y una pareja de zagueros centrales de alto comportamiento. Y ni hablar de Farid Díaz, quien salvó una -tal vez la única de Paraguay- después de que Ospina tuvo problemas para resolver la acción.
La otra cara se dio en la complementaria, cuando Paraguay apeló a Derlis González, Lucas Barrios y Cecilio para variar el plan de juego. Y a fe que se adueñaron del campo. A empujones nos fueron apretando hasta que Alex Mejía, no tanto Berrío y Cardona ofrecieron ayuda a jugadores ya extenuados como Arias y el mismo Cuadrado, quien respondió por su sector como la mejor arma para enredar la defensa guaraní, que comenzando por Candia se cansó de dar patadas intentando anular a Juan Guillermo.
A Pékerman le salieron bien no solo los cambios sino la idea que impuso para pelear el partido, porque la mejor forma de garantizar un empate es salir a ganar el juego. Y se ganó, porque se iluminaron Bacca y Cardona, recordando que las genialidades sirven para vencer. Una acción que escapó al trámite de lo apreciado.
Cuadrado, Farid Díaz, Sánchez y los defensas centrales tuvieron un trabajo sobresaliente. Además haber aguantado a Bacca, con el arco cerrado, le dio la razón cuando se iluminó para juntarse con Cardona.
Pékerman tiene una ventaja enorme en los enfrentamientos con Paraguay. En cuatro partidos les ganó tres y empató uno. La jugadota inolvidable.