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REAL MADRID

La NBA no olvida a un Sergio Llull casi inalcanzable

La ESPN dice que los Rockets intentarán ficharle otra vez el próximo verano, pero su cláusula de salida es galáctica: más de 10 millones de euros.

Llull ante Ilyasova.
Llull ante Ilyasova.Kiko HuescaEFE
ASTV

El Madrid firmó una segunda parte y una prórroga memorables ante los Thunder que reguló los minutos de Westbrook. Gran partido de Doncic, Carroll, Rudy, Nocioni, Thompkins, Hunter... pero la etiqueta de decisivo se la colgó Sergio Llull. “El jugador más determinante con el que he jugado en mi carrera”, escribía su excompañero Pocius. Firmó 22 puntos y 5 triples, tres de ellos para cerrar el segundo, el tercer y el último cuarto. Forzó la prórroga en una jugada de cinco puntos tras los dos tiros libres de Nocioni, que tiró con éxito a fallar el tercero. Los halagos se extendieron por las redes sociales y llegaron de todas partes, incluido Houston. Los Rockets­ tiene sus derechos para la NBA desde 2009. Pujaron fuerte hace un año, pero Llull decidió renovar con el Madrid hasta 2021 (tendrá casi 34 años).

Tras el partido ante los Thunder, Daryl­ Morey, mánager general de los Rockets, escribía el nombre del base entre signos de exclamación. Ayer, la ESPN aseguraba que la franquicia tejana quiere a Llull­ para la próxima temporada y que tiene la esperanza de que dé el salto. Llull, cuyo anterior contrato finalizaba en 2018, firmó uno nuevo por seis temporadas y una cláusula de rescisión por encima de los diez millones de euros, lo que le hace casi inalcanzable para cualquiera, incluida la NBA, pero no borren el casi porque el límite salarial no para de crecer y en la próxima temporada superará los cien millones de dólares brutos por equipo.

Cuando se le pregunta a Llull sobre la NBA responde que no se cierra ninguna puerta, aunque siempre añade un pero: “Mi sueño no era jugar en la NBA, sino en el Madrid”. “Cuando uno firma un contrato así es para quedarse”. “Soy feliz aquí y quiero ganar muchos títulos”. Llull es el gran icono del baloncesto madridista.