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América de Cali

Camilo Ayala: “Iba a dejar el fútbol cuando fui padre a los 15”

El mediocampista del América habló en extenso con AS Colombia, dice que su liderazgo es adoptado de su padre, quien “fue vigilante, manejó una ambulancia, tapó huecos en la calle…”.

Cali
Camilo Ayala, capitán del América de Cali
Héctor Fabio GruessoAS Colombia

América - Popayán

La sirena de la ambulancia que generaba alerta en los diferentes barrios del Distrito de Aguablanca, era como una advertencia para Camilo Ayala, así se lo repetía su padre, Heriberto, luego de que llegaba a su morada tras más de 15 horas de jornada laboral. El hoy capitán del América, criado en el citado sector, asegura que gracias a Dios hoy “está contando la historia”. Siempre estuvo expuesto al peligro, hasta que debió madurar en forma prematura, tras el nacimiento de su hija, Melisa, toda una sorpresa que por poco hace descarrilar al mediocampista de marca antioqueño (23 de junio de 1986).

Esa aceleración en sus procesos, quizá es la que forjó al profesional esforzado, disciplinado y tan mesurado como impetuoso en los verdes rectángulos. “Mi papá siempre me dice que destaca en mí los genes de liderazgo y responsabilidad que heredé de él”, comenta Ayala, y revela que su ‘viejo’, “fue vigilante, obrero, tapó huecos en la calle, cuidó escenarios públicos. Ha sido un trabajar incansable, gracias a Dios se pudo jubilar desde hace un mes”.

Don Heriberto, también fue el conductor de una ambulancia del hospital Carlos Holmes Trujillo, su hijo, Camilo, varias veces lo acompañó en los recorridos. “Él me decía que fuera a ver a lo que me exponía cuando me entraba tarde a la casa y cuando me iba a meter al barrio El Retiro o a la parte de adentro de El Vallado. fueron cosas de juventud, locuras que uno comete. El riesgo fue constante, la violencia ha sido mucha. Gracias a Dios estoy acá contando la historia. Tuve momentos difíciles en mi barrio”.

¿Y cómo es ser papá a los 15 años de edad?

“Implica, cambiar muchas cosas en el estilo de vida, de pensar, en visualizar un futuro al lado de quien era mi novia, ahora mi esposa, querer que nuestra hija tuviera lo que uno no tuvo… hoy con 30, le doy gracias a Dios que me ha brindado esa posibilidad”.

Supongo que le cambió la vida…

“Me cambió el mundo por completo, dejé de ir a entrenar, estaba en la juvenil B del Cali, con el profesor Ángel María Torres. Mi papá me amenazó con un palo, que si no volvía a entrenar, me iba a poner a trabajar, y yo no sabía hacer nada. Fueron momentos muy difíciles. Por fortuna mis padres me guiaron y ahora estoy contando el cuento de otra manera”.

¿Pensó en dejar el fútbol?

“Iba a dejar el colegio, el fútbol, todo. Tenía que trabajar. Siempre he tenido la figura de mi padre, quien es un hombre muy responsable y yo no podía ser distinto. En medio de sus limitaciones, mis padres nos dieron estudio y procuraron que nosotros fuéramos más de lo que ellos lograron ser”.

Y ahora con 30 años, parece un juvenil, ¿es su mejor momento?

“Dios me ha dado la vitalidad y la energía para estar en pie y jugar los partidos hasta el último minuto. Le doy gracias a Dios por lo que he podido hacer en América, lo he logrado gracias a que he estado bien respaldado por unos compañeros que permiten que el trabajo sea más fácil”.

Le ha alcanzado hasta para ser capitán…

“Es un privilegio para mí ponerme el brazalete, pero reconozco que el capitán es David Ferreira, bien merecido lo tiene. Para mí es un privilegio, lo atesoro, lo cuido, y mi familia y yo nos sentimos muy agradecidos con Dios porque tengo esa distinción en el equipo”.

¿Qué tiene este América de un ejército de guerreros?

“Todo: jugadores, cuerpo técnico, utileros, porteros, el equipo está muy fuerte mentalmente y esperamos demostrarlo en los restantes partidos. Físicamente estamos muy bien y futbolísticamente, vamos creciendo partido a partido”.

Antes se sufría, ahora los hinchas disfrutan con este América…

“La idea es que los que suframos seamos nosotros, pero va a valer la pena cuando termine el año y Dios se glorifique en el equipo y podamos conseguir lo que todos estamos anhelando”.