Barcelona-Atlético, el Viceclásico

En los tres últimos años, el Barça ha ganado dos veces la Liga y una la Champions, el Madrid ha ganado dos Champions y el Atleti ha ganado una Liga y ha sido dos veces finalista de Champions. Las dos finales las perdió apuradísimamente, una en la prórroga, tras encajar el empate en el 93’, y la otra en los penaltis. Es, pues, obligado reconocer que en España no tenemos dos equipos ‘top’, sino tres. En consecuencia, el Barça-Atlético no podemos considerarlo como un partido más de nuestro gran campeonato. No es ‘El Clásico’, imagen de marca mundial de los Madrid-Barça o viceversa, pero sí el ‘Viceclásico’.

El Atlético se les ha subido a las barbas a los dos. Al Barça le echó de la Champions las dos ediciones que ganó el Madrid. Al Madrid le ganó en su propio campo la final de Copa de 2013, y de paso se llevó la única Liga que el Barça no ha ganado en varios años. Dicho de otra forma, el Atlético, ‘come en la mesa del Madrid y el Barça’, y tomo aquí prestada la imagen de Griezmann, que aspira a comer en la mesa de Messi y Cristiano. Por suerte para nuestro fútbol, el Atlético y Griezmann elevan bandera de rebeldía contra un duopolio que tenía todas las bendiciones. Su presencia complica y enriquece la ecuación.

Así que hoy Luis Enrique tendrá que poner a los mejores. Hoy no hay nada que inventar, porque los puntos valen doble. La duda es qué pondrá Simeone. Tiene muchos jugadores de ‘buen pie’, el otro día los lució ante el Sporting, pero lo de hoy es otra cosa. Simeone está entre el modelo áspero que le ha dado triunfos y un desarrollo creativo, que se le empieza a reclamar, una vez dados los triunfos por descontados. Ya se sabe: siempre se pide más. A partir de la alineación de hoy sabremos hacia dónde quiere tirar Simeone, si va a seguir en el modelo arisco o si piensa abrir el equipo a los jugadores de calidad, que también los tiene.