Sobre lo que dijo Laudrup de Neymar
Laudrup ha creado polémica al criticar en su transmisión de beIN lo que entendió como cierto tono burlesco en el juego de Neymar. Como es propio, el comentario sentó mal entre la gente del Barça y bien entre la del Leganés. No es la primera vez que le pasa algo así a Neymar. Su modo de juego, lleno de malabarismos, tiende a ser tomado a veces como burla. En Brasil se hizo todo un caso de aquello. A muchos les irritaba su juego y le entraban con saña. En España ha tenido problemas por eso mismo con el Athletic y el Atlético, y ahora con el Leganés, en cuyas filas alguno también le buscó sin recato.
Es su forma de jugar, dicen sus defensores, y tienen razón. Él juega así, es su forma de entender el fútbol. Y es bonito. Tomando el fútbol como espectáculo, no hay objeción. Y desde luego no puede haberla cuando al hacer esas cosas mejora la posición del balón, del equipo, la suya propia, elimina a un rival, limpia una línea. Pero cuando no es así, cuando del malabarismo no saca provecho, se empieza a ver de otra manera. Y más si se da ante un equipo inferior (casi todos los que se enfrentan al Barça lo son) y con el marcador resuelto. En esos casos es fácil que se confunda con una burla fea.
“Lo hace con cero a cero igual que con cuatro a cero”, me decía ayer un defensor suyo, y es verdad. Pero cae de distinta manera. Con 0-0, no hay duda de que lo hace para ganar. Con 4-0, alguien lo puede ver distinto. Como esto le pasa sólo a él, no estaría de más que se lo pensara. A Messi, por ejemplo, no le pasa, quizá porque su juego es más sobrio, como lo es su carácter. Al fin y al cabo, el estilo es el hombre. En fin, si yo estuviera cerca de Neymar le aconsejaría escuchar a Laudrup. Se está haciendo un cartel que no le conviene, porque cada vez se encontrará a más rivales dispuestos a hacérselo pagar.