Klay y Kobe y el gran problema de los Wolves
Los dos bases españoles estuvieron en el Top-5 de la temporada pasada en la clasificación de toques por lanzamiento.
Tan cierto es que las tendencias afectan a los jóvenes en el desarrollo de su juego y, por tanto, en lo que será la norma en la próxima generación, como que es prácticamente imposible encontrar dos jugadores iguales. Las interminables horas de gimnasio y entrenamiento pueden conseguir parecidos más que razonables (todos recordamos los vídeos de Michael Jordan y Kobe Bryant), pero la genética, el carácter y la propia identidad son imposibles de replicar: de ahí la variedad. El misterio que es cada jugador reclutado por las universidades, cada europeo que parece destinado a competir con los mejores. De ahí que unos cuajen y otros se suban en el primer vuelo a casa. De ahí que sea casi imposible predecir más allá del famoso potencial. Las estrellas, los secundarios, los más talentosos, los especialistas... En la variedad está el gusto. Y también, cómo no, el espectáculo. Pero hay que sumar...
Gracias a una lista elaborada por John Schuhman (nba.com), hemos podido conocer dos Top-10 de la temporada pasada realmente curiosos: los 10 jugadores que menos veces tocan el balón antes de lanzar a canasta y los 10 que más veces lo hacen. No sorprende ver a Klay Thompson, uno de los tiradores más letales de la Liga, al frente de la primera clasificación. Como tampoco sorprende encontrarnos con La Mamba. Pero es evidente que gran parte de los problemas de los Minnesota Timberwolves tienen su origen en la posición que ocupa el español Ricky Rubio en la segunda lista.
Si combinamos el dato que aparece en la lista de Schuhman (Ricky necesita más de 10 bolas para levantarse) con lo porcentajes de tiro del point guard, la situación se hace insostenible. Evidentemente, hablamos de un fuera de serie en lo que al manejo de los tiempos y el equipo se refiere. Un director de orquesta de sobresaliente. Sin embargo, con un poco de matemáticas fáciles de por medio, llegamos a la conclusión de que Ricky necesita más de 100 balones para lanzar diez veces a canasta (Klay, 27). Y de esos 10 tiros solo conecta 3,7 (37% en TC 2015-16). Haciendo una aproximación según el tipo de lanzamiento que suele ejecutar, hablamos de unos ocho puntos por cada 100 toques sin contar la línea de personal (Klay, +40 puntos fácil): una producción demasiado pobre para un jugador de su nivel. Y todo esto, contando con que el 90% de sus defensores (aprox.) pasan los bloqueos por detrás, por lo que tiene mucho más espacio para producir que el jugador medio.
¿Qué puede hacer Ricky? Para mejorar hay que atreverse. Desde que llegó a la NBA (2011), sus números no han dado ni un paso hacia delante ni uno hacia detrás. El de El Masnou necesita convertirse en una amenaza. No hablo de pasar cerca de los números en este tipo de listas de jugadores como Klay Thompson o Kobe Bryant, pero sí de subir enteros en lo que a los intentos se refiere. Cuanto menos lanza Ricky, más difícil lo tienen sus compañeros (menos espacios, más ayudas). Si no ataca defensas, si no pone puntos en el marcador (intentos, al menos), la defensa rival siempre competirá en superioridad ante los Wolves. La presión que ejerce sobre el quinteto rival cada pieza del tablero es vital para encontrar el resultado final.
Un poco más de Ricky = mucho más Wolves.