Rosberg delante, Sainz mejora y Alonso se queda parado
El alemán salva el orgullo de Mercedes mientras Hamilton tiene problemas por delante de Raikkonen y Verstappen. Carlos octavo y Fernando noveno.
Acaricia la rueda delantera derecha de su McLaren, empuja hacia delante Fernando Alonso, con su coche parado en la escapatoria de la curva quince. Le avisó el volante y tuvo que terminar de esa manera los entrenamientos libres del primer día de Singapur. Lo hizo en la novena posición, justo por detrás de Carlos Sainz y con un tiempo ocho décimas mejor que el de su compañero Jenson Button, duodécimo. Un clásico. No lo van a tener fácil los coches de Woking tampoco aquí en el circuito urbano, en la noche en la que mejor vive su genio astur.
El asturiano tuvo que ir más allá del límite para intentar extraer todo el potencial de su monoplaza, muchos toques con los muros, muchos bandazos salvados, mucho trabajo aún por delante para que este monoplaza sea competitivo. Mucho. Demasiado. El problema final fue de caja de cambios, como en los libres 1 fue con el sistema de la gasolina en el coche de Button o de reequilibrar el interfaz en el de Alonso. Fiabilidad por rendimiento, eso dicen. Vamos a ver, pero parece que el objetivo es solo entrar en la Q3 y acabar en los puntos.
Mientras, el otro español, hizo unos entrenamientos impresionantes. Sainz le metió medio segundo a su compañero Kvyat para terminar justo por detrás de los mejores coches, aunque también se metió Hulkenberg por ahí. El madrileño está ante la gran oportunidad de enviar esos mensajes de los que siempre habla, herencia de familia. Y puede hacerlo.
Como lo está haciendo Nico Rosberg. El alemán fue el mejor con dos y cuatro décimas de ventaja respectivamente sobre Kimi Raikkonen, Max Verstappen y Daniel Ricciardo. Tras ellos Sebastian Vettel y un sorprendente Nico Hulkenberg con su Force India. Y séptimo, con problemas hidráulicos en su Mercedes, el campeón del mundo Lewis Hamilton. Lo solucionarán. Pero aquí habrá batalla entre Mercedes, Red Bull y Ferrari. Será bonito. A ver hasta donde llegan los demás, a ver de qué es capaz Alonso y Sainz en un circuito que fue y puede ser suyo, respectivamente.
Mientras escribo pasa un camión grúa delante de la enorme cristalera de la sala de prensa camino de los boxes, arriba lleva un bonito coche negro y rojo, el mismo que acariciaba Alonso...