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Hernán Peláez

Ví la B

Es increíble el fenómeno social del América de Cali.No importa en cuál categoría esté porque su afición es fiel y acompaña como ninguna al equipo. El Pascual Guerrero, abarrotado como en sus mejores días para asistir a un duelo atractivo, por el visitante y su trabajo, que lo mantiene alejado en el primer puesto de la tabla de posiciones.

Resultó un juego intenso, bravo, sin que ninguno de los actores renunciará a su papel. Si el primer tiempo no fue tan atractivo, la complementaria si. Porque en un remate de Jarold Matinez, que rozó en un defensa del Pereira y engañó al arquero Mafla, pegó en el vertical izquierdo y cuando regresaba hacia el medio, el pecho de Martínez Borja puso a ganar a los Diablos Rojos, para recordar el apelativo de siempre. De ahí hasta el final, Pereira se adueñó del campo, tomó posesión del balón y con el grupo de "bajitos", García, Hernández, Cristian Mejia, prácticamente sitiaron el sistema defensivo del América, que con un hombre menos por expulsión y la inclusión de Álvarez, no ubicó la forma de contener el empuje de un equipo ordenado, con buen trato de pelota y con jugadores por los costados, García y Montaño, provocando zozobra en el área americana.

Cuando América se sentía más seguro en el segundo puesto y con más luz en puntaje sobre el tercero, llegó un golazo del goleador Hernández, quien acomodó un zurdazo inatajable para Bejarano, quien antes al mismo delantero, le había sacado una clara opción de gol .Algo coincidencialmente tiene este Pereira de los últimos tiempos. Ya consagró a un goleador, Leonardo Castro hoy en el Medellin y ahora a Juan Hernández, con 16 tantos.

El partido me gustó porque eran los dos mejores equipos de la B y ambos demostraron porque están arriba y con méritos para regresar a la Primera División. En juego de conjunto, lució el Pereira más compacto,ordenado y decidido. América se replegó excesivamente y aguantó hasta donde pudo.Empate justo y un juez, Nicolás Rodríguez, realmente encartado y nervioso, porque jugadores de ambos lo presionaron cada vez que había interrupción. Pero la Dimayor lo aplaude. Mostró diez tarjetas y cumplió con el mandato.

Este choque nada le envidia a cualquiera de los de la A.