El Barça resuelve un grave problema a un mal precio...sin Braida
El problema. Al Barcelona se le venía un problema encima. La cohabitación entre Bravo y Ter Stegen podía dar para un capítulo de ‘Aquí no hay quien viva’, pero ya se adivinaba insostenible para el vestuario. El entorno de uno y de otro habían ido a quejarse a la ‘profe’ en busca de cariño. Luis Enrique, por su parte, era el único en el planeta que parecía estar sinceramente convencido de que podía seguir manejando la situación, pero su problema es que era el único. Bueno, también hay que decir que Luis Enrique parecía ser el único en confiar en Masip y ponerlo a la altura del chileno y el alemán, pero en cuanto vio humo fue a comprarse otro extintor.
La solución holandesa. Como que la confianza en Masip parecía sostenerse más en los manuales de coaching que en la realidad, el Barcelona ha acudido al mercado a fichar un tercer portero (que será un segundo a efectos prácticos). El agraciado ha sido Jasper Cillessen, que llega al Barça por 14 millones de euros. Bravo costó 12. El del Ajax es un melón (sin abrir), pero por precio, es de los caros. Y llega tras ser cruelmente goleado en Rusia.
La solución descartada. A Luis Enrique, que quería tres porteros en la primera plantilla sí o sí, el que le gustaba era Diego Alves, del Valencia que en un momento dado entró en una operación poliédrica en la que podían entrar los flecos del fichaje de André Gomes, Samper, Alcácer, Munir, el portero brasileño y si me apuran, hasta Españeta, mítico utillero del equipo valenciano que podría llegar a cambio del préstamo del Avi del Barça. La operación acabó en nada. Como tantas este verano.
La solución City. Así que se fichó a Cillessen, se descartó a Alves y se vendió a Bravo por menos de la mitad de su cláusula de rescisión. Sobre el papel, un mal acuerdo, porque digamos que el City no es que vaya tieso de dinero. Dejando a un lado que se refuerza a precio de saldo a un rival directo en Europa. Pero supongo que, como dicen los abogados, “vale más un mal acuerdo que un buen pleito”, el Barça ha preferido bajar precio y evitarse un pollo.
¿Y Braida?. Tiene mérito la negociación veraniega, porque se ha hecho sin la inestimable colaboración de Ariedo Braida, ese que había bloqueado a Pogba y rastreado todo el Calcio.