Recopa Sudamericana
River campeón de la Recopa ante Santa Fe que dejó todo
Santa Fe cayó 2-1 ante River Plate en el Monumental y la Recopa se quedó en Buenos Aires. Driussi y Alario marcaron para el local; Salaberry descontó para el equipo de Costas.
Hay que seguir caminando porque todos los días amanece. Sabiduría popular que sienta bien en el fútbol. Santa Fe peleó en el Monumental con el marcador en contra desde muy temprano y ahora tendrá que volver a casa sin la anhelada Recopa Sudamericana. Como está marcado en su carácter, el rojo de Bogotá luchó hasta el final. No siempre alcanza. Le costó correr desde atrás durante todo el partido.
“¡Vamos, vamos, vamooos!”, la arenga de Costas tuvo que escucharse muy temprano. Con solo 3 minutos en la cancha, River Plate y el Monumental cantaron el primero. Hubo inocencia en Santa Fe. Martínez convirtió un cobro a riesgo en misil al área y Driussi la mandó adentro. 1-0. El local salió como una máquina al partido de vuelta de la Recopa Sudamericana que inició con un solo cambio por el lado de Costas (Pico en lugar de Borja) y Gallardo apostando por la misma alineación de la ida.
River Plate fue presión y potencia efectiva, como en el manual. 100% Gallardo. Casco -por izquierda- y el paraguayo Moreira -por derecha- en sociedad con un D’Alessandro –por fin- protagonista evidenciaron los nervios de Arboleda y Salaberry. La falta de marca de Pico y Gordillo por el centro puso en problemas a la defensa. Claro, todo se hizo más complicado porque Gordillo jugó condicionado desde el minuto 13 por una tarjeta amarilla.
Santa Fe recuperó la firmeza de a poco. Con el corazón y el cuerpo más calientes, en el minuto 25 llegó un respiro. Gordillo tomó el rechazo de una contra fallida y remató con potencia de media distancia. Salvó Batalla. Aviso de un final primer tiempo más equilibrado en el que Roa empujó con claridad desde el fondo. Fue el mejor: quitó y sacó al equipo. Santa Fe se acercó, pero no le alcanzó ante un River que corregía rápido.
Costas vio el mismo partido que los 60.000 del Monumental y el resto de espectadores por TV. Para el segundo tiempo dejó en el banco a Omar Pérez en lugar de Salazar. El cambio ilusionó en la primera jugada, pero como en el primer tiempo la emoción duró poco. En el minuto 51, Alario –que festeja convocatoria a la Selección de Argentina- marcó el segundo para River. Gol de cabeza tras un tiro de esquina. 2-0 y Gallardo tocando la copa.
Partido liquidado, dijeron los comentaristas argentinos mientras el ‘ole’ bajaba de las tribunas. Costas apuró el segundo cambio. Arriesgó con Falcon por Pico. Más ataque, menos contención. Cinco minutos más tarde, contra todos los pronósticos, Santa Fe descontó. Salaberry le ganó la posición a Maidana y marcó el descuento en una pelota que bajó Osorio Botello. 2-1. De nuevo la arenga apareció el “Vamos, vamos, vamooos” de Costas. La ilusión como motor.
A River le costó mantener la idea en el segundo tiempo. Santa Fe presionó, atacó la pelota y puso nerviosa a la defensa en los balones aéreos, pero el campeón 2015 de la Libertadores llegó al Monumental con hambre y el liderazgo de un técnico que también es ídolo. Que los triunfos se conviertan en costumbre para Santa Fe ha sido darle la vuelta al mundo en 75 años. Su historia, escrita a puro corazón, hoy tiene otro peso. Todos los días amanece.