El Sevilla de Sampaoli se impone al Espanyol en un 6-4
Locura en el Sánchez Pizjuán. Hubo hasta seis goles en la primera parte y se estrenó el casillero de triunfos de los sevillistas.
El Sevilla sumó su primer triunfo oficial al más puro estilo Sampaoli. Seis goles a favor, que pudieron ser una docena, y cuatro en contra, que pudieron ser dos más si no es por Sergio Rico. Un resultado de mediados del siglo pasado con aciertos, fallos y detalles de otros tiempos.
Porque salió el Sevilla apabullando al Espanyol con dos ocasiones clarísimas de Sarabia y Vitolo pero el que se adelantó fue el Espanyol aprovechando el suicidio defensivo que supone el juego que propone el Sevilla.
Le dio la vuelta al marcador el Sevilla con dos goles de cabeza pero, otra vez, el Espanyol aprovechaba que el Sevilla se caía del alambre para ponerse 2-3. Y por si la primera parte no hubiera sido bastante, Vietto empató en el descuento. En los pasillos de Nervión nadie daba crédito a lo que ocurría. Y lo que es peor: nadie sabía si esto puede funcionar o no.
Desatado. Pero la calidad que tiene el Sevilla desde el centro del campo hacia adelante salió a relucir en una segunda mitad en la que la defensa del Espanyol aflojó y no pudo lanzar las contras que le habían dado la vida en el primer acto. Franco Vázquez, Ben Yedder y Kiyotake redondeaban la media docena de goles, todos firmados por fichajes llegados este verano.
Y como el partido parecía había quedado resuelto demasiado pronto, Kiyotake perdió otro balón en el centro del campo y puso el definitivo 6-4 a falta de algo más de diez minutos, para que nadie se aburriera hasta el final.
Pero, por desgracia para el aficionado neutral, el partido acabó. El sevillismo festeja su primer triunfo sin saber aún muy bien qué pasó, mientras que los espanyolistas aún le darán vueltas a no haber ganado tras marcar cuatro goles en Nervión.