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F1

Honda RC100: el monoplaza que nunca llegó a debutar

En los años 90, la marca japonesa decidió fabricar su propio coche para competir en el Mundial. Finalmente, decidieron participar en la ChampCar.

Honda RC100: el monoplaza que nunca llegó a debutar

Hubo un tiempo donde Honda marcaba el ritmo en la Fórmula 1. Los japoneses habían decidido unirse a McLaren a finales de los años 80 y Ayrton Senna y Alain Prost dominaban con mano de hierro un Mundial que hasta 1991 tuvo color rojo y blanco.

La dictadura y ventaja del equipo anglo nipón frente al resto de competidores era de tal envergadura, que la marca japonesa alentó a sus ingenieros a construir un monoplaza de Fórmula 1 en su tiempo libre. Ni siquiera tenían intención de competir con el. Honda quería que sus ingenieros realizaran cosas difíciles para mantenerles motivados.

El proyecto recibió el nombre de Honda RC100 y la nomenclatura de CR-F1.5x más tarde. Hubo hasta tres versiones diferentes del coche, y aunque Honda mostró el coche a los medios de comunicación a principios de 1993 listo ya para correr tras haber pasado con éxito los crash test de la FIA, el equipo con sede en Japón decidió finalmente focalizar sus recursos en la ChampCar de Estados Unidos, donde ganaron seis títulos consecutivos desde 1996 al 2001.

La razón por la que este coche nunca se estrenó en pista fue porque Honda entendió que su V6 Turbo y V12 atmosférico eran tan absolutamente dominantes en aquella época, que el deporte del motor por excelencia no les resultaba desafiante tecnológicamente.

El monoplaza era bastante tradicional, ya que no tenía las suspensiones activas que otros equipos montaban ya en sus coches, pero sí poseía una transmisión semi-automática y un propulsor de 850 caballos.

A día de hoy, se antoja muy complicado que Honda vuelva a poseer tan nivel de supremacía frente al resto para dedicar el tiempo libre de sus técnicos a construir un monoplaza de carreras. Aunque con los japoneses al frente, uno siempre debe creer en el poder de los sueños.