¿Pelé, el último relevo de la antorcha en el Maracaná?
O Rei porta un bastón y le debe liberar una empresa. Amigos y familiares de la leyenda le animan a emular a Muhammad Ali en Atlanta 96.
La antorcha olímpica llegó ayer a un Río de Janeiro gris, en barco a través de la contaminada Bahía de Guanabara, y recorrerá todavía puntos como el cerro del Corcovado o la playa de Copacabana para insuflar pasión a una ciudad que aún parece vivir de espaldas a los Juegos. Un recorrido que finalizará con el encendido del pebetero mañana (ceremonia de apertura desde las 00:15 horas). Las quinielas no paran sobre quién tendrá el privilegio de realizar el último relevo: el tenista triple campeón de Roland Garros Guga Kuerten, el regatista Robert Scheidt (va a por una sexta medalla en cinco Juegos), el rey del triple Oscar Schmidt, que ha vencido al cáncer y, cómo no, Edson Arantes do Nascimento, O Rei Pelé.
En Maracaná, reducido ahora a 80.000 espectadores lejos ya de los casi 200.000 que asistieron al Maracanazo de 1950, luce un bronce que recuerda ‘El gol de Placa’, el mejor gol de la historia del coliseo, conseguido un 5 de marzo de 1961 en un Santos-Fluminense (3-1). Entonces, Pelé tomó el balón en la media luna de su campo, envenenó a siete rivales y dejó una obra de arte que pasó de boca en boca, porque no existe vídeo.
Reunión. El escenógrafo Abel Gomes, creador de la ceremonia, se ha reunido estos últimos días con Pelé para proponerle que participara en el encendido. Y él se mostró dispuesto con dos peros... a sus 75 años necesita de un bastón para andar después de sufrir una operación de cadera. El otro, que tiene un contrato firmado con la empresa Legends 10 que le había programado ya dos eventos para ese día. “Vamos a tratar de que me liberen”, confirmó el exfutbolista a Globosporte.
Los familiares y amigos de la leyenda le animan a seguir el ejemplo de Muhammad Ali en Atlanta 1996, y él parece dispuesto a ser protagonista en la gran fiesta.
Pelé fue campeón del mundo con apenas 17 años en 1958, y nunca llegó a participar en una cita olímpica. Pero las quinielas no son fáciles de acertar. En Londres 2012, otro futbolista, David Beckham, parecía el elegido para ser el último en portar la antorcha (la de estos Juegos de Río ha sido fabricada por una empresa española de Caldes de Montbui) y lo acabaron haciendo siete promesas británicas.