Marco Asensio, la nueva perla del Real Madrid
Siempre elegía al Madrid en la ‘Play’ y sueña con el Bernabéu. Su otra gran pasión es el tenis y es admirador de su paisano Rafa Nadal.
Marco Asensio Willemsen (21 de enero de 1996, Palma de Mallorca) es la nueva perla del Madrid y de la Selección. Incluso Del Bosque no duda en señalarle como el próximo crack de La Roja. “Es el mayor talento del fútbol español”, advierte el exseleccionador, que le hizo debutar con la Absoluta el pasado mes de junio. Pero antes de seducir al técnico salmantino, el diamante que esconde en su bota izquierda deslumbró a todos los técnicos que le vieron jugar.
Carlos Sureda, ahora director formativo del Mallorca pero en 2004 entrenador del Sóller, fue de los primeros en advertir su magia con sólo ocho años. “Fue algo atípico. El 90% de ese talento es innato. Eso no se enseña a esas edades, era su código genético. De la misma forma que hay niños que distinguen las notas musicales, Marco poseía ya un control del juego fuera de lo común”, señala Sureda. No obstante, su pasión por el fútbol venía escrita ya en su cartilla de nacimiento. De padre vasco y madre holandesa (la Oranje intentó captarle el año pasado), sus progenitores escogieron su nombre por Marco Van Basten.
Talento precoz, el Mallorca le reclutó con 11 años y sólo seis después, con 17, debutó con el primer equipo en Segunda. En 2014 el Madrid se adelantó al Barcelona después de que los azulgrana tuvieran su fichaje casi cerrado. Desde entonces Marco sueña con debutar en el Bernabéu. Un objetivo que estuvo cerca de cumplir en agosto de 2015, cuando su cesión al Espanyol se cerró el día que iba a jugar el Trofeo Bernabéu. Una espina que aún duele y quiere sacarse pronto.
Carácter. Aunque ahora la vida le sonríe, Asensio también encontró piedras en su camino hasta el éxito. En categoría cadete (15 años) pasó un año que le forjaría el carácter en lo profesional y en lo personal. Apenas pudo jugar por culpa de un problema en sus rodillas y la vida le dio un fuerte revés al llevarse a su madre antes de tiempo, algo que desde entonces Marco siempre recuerda cada vez que marca un gol y señala al cielo.
Además de encandilar a técnicos y aficionados, también es muy querido en el vestuario. “Es un gran compañero, siempre con una sonrisa y dispuesto a ayudarte en todo”, comenta Borja Mayoral, que ha compartido vestuario con él en España (fueron campeones de Europa Sub-19) y en el Madrid.
Un carácter afable que también disfrutan sus amigos de siempre, que le visitan siempre que pueden para disfrutar de otra de sus pasiones: el tenis. Gran seguidor de Nadal, comparte con su ídolo sus colores. “En las concentraciones, en la Play, siempre escogía al Madrid”, recuerda Sureda.
