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No sé si la declaración de Manga Escobar, que causó impacto ente los seguidores azules y puso el dedo en la llaga, también condicionó a los mismos jugadores del plantel, quienes, así quisieran demostrar la errada apreciación de su compañero, muy poco consiguieron en el empate sin goles con Rionegro.

Hubo una mano-penal cuando expiraba el partido a favor de Millos, protestada con vehemencia por Max Nuñez, que podría servir para anotar, como Millos buscó mucho más el arco que su rival. Expulsión de Ochoa en el cierre del juego, ni quitaba ni ponía y el visitante mostró torpeza en sus delanteros, quienes rápidos y de manejo de balón aceptable, varias veces quisieron entrar por donde no podían. Sólo un remate de Chará en el primer tiempo, bien resuelto por Vikonis, fue la mayor aproximación del visitante.

De resto fue ver la eficacia del veterano Baloy en el juego áereo, mientras Millos dio oportunidad a cuatro delanteros. Comenzó con Del Valle y Manga Escobar. Después Maximiliano y Enzo Gutierrez, de debut intrascendente. En ese aspecto los cuatro no pueden quejarse de espaldarazo recibido.

Los mejores aspectos de Millos se notaron en la etapa inicial, cuando Estrada y Silva se juntaron e insinuaron ser capaces de ofrecer una imagen mejor de un equipo que no anda a los tumbos, sino que aún no encuentra una línea estable y seria de juego. Resulta pobre la cosecha de puntos en las tres ultimas salidas y de ahí, como lo aseguró su presidente en una declaración, para ser campeón hay una brecha muy ancha.

Nadie se puede llamar a engaño, porque estás alineaciones carecen de perfil de equipo-ganador. Sé que la respuesta común es "seguir trabajando". Es cierto, pero es justo agregar algo más, como puede ser concentración, entrega y aplicar recursos de ataque, que los puede implementar, si se dispone, de hombres de raya: Maxi y Manga y un cabeceador o delantero en punta...Es claro que a Millonarios de estos días, NO LE RINDE...