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Bogotá

Si el juego de Nacional en Quito terminaba uno a cero, era plenamente justificada la forma como planteó el partido ante Independiente del Valle. Pero en el fútbol el único y verdadero juzgamiento debe ocurrir al pitar el juez el final.

Entonces, aunque el empate encierra beneficio pensando en el juego de vuelta y definitivo, Reinaldo Rueda convenció de alguna manera a sus delanteros de raya, Berrío y Marlos Moreno, a colaborar a más no poder con sus laterales. Corrieron y cerraron vías interesantes para los ecuatorianos. Tanto fue así que Cabezas para nada pesó como lo había mostrado ante Boca en la Bombonera.

Los Angulo tampoco funcionaron y sólo descansaron en el empate, cuando en una pelota detenida Armani dudó en salir a bloquear el posible cabezazo de Mina y ahí ofreció clara oportunidad para que el mismo Mina celebrara y borrara la sonrisa de optimismo de Nacional.

Ahora bien, en la etapa inicial, los de Nacional muy pocas veces se acercaron a Azcona. Por ahí un remate forzado de Borja y pare de contar. Porque la idea de Nacional se apreció claramente desde el comienzo. No quiso proponer juego ofensivo, sino que organizó un andamiaje de espera y de enredar. Y lo consiguió durante casi todo el partido. Berrío por la zona central se rebuscó y de qué forma un espacio para rematar y ofreció un gol, más por su atrevimiento personal que colectivo.

A todas estas, Independiente no descifraba cómo ingresar a predios de Armani y así transitaba el partido, al extremo que Macnelly dejó el campo y Elkin Blanco entró para "cerrar" el partido, como acostumbran los técnicos para certificar un resultado. Los locales, con primer tiempo nublado, reaccionó para la complementaria y presionó, aunque se notaba que Nacional, conforme, pensaba ya en el juego de la semana entrante.

Seguramente para ese juego, Nacional volverá a ser el equipo de ataque sostenido ya conocido. Recatado fue esta vez. Merecen sí el aplauso Marlos Moreno y Berrío, quienes dejaron su oficio de delanteros para ser auxiliares del sistema defensivo y cumplieron...