Ross Brawn descarta ser el asesor técnico de Ferrari
El ingeniero británico habría rechazado la primera oferta presentada por la Scuderia porque no quiere volver a la Fórmula 1 con un papel activo.
Se avecinan curvas peligrosas en Maranello. La falta de competitividad demostrada por el SF16-H, en relación a las expectativas iniciales marcadas por Sergio Marchionne, puede desembocar en un periodo de vacaciones muy movido por tierras italianas.
La cúpula directiva se encuentra ahora mismo trabajando en recomponer un organigrama que no ha cumplido los objetivos prefijados al inicio del campeonato. La marcha casi oficiosa de James Allison como director técnico, ha provocado que Ferrari deba salir al mercado para intentar suplir esta sensible baja.
El equipo del Cavallino Rampante trabaja en varias alternativas, si bien por encima de todo se encuentra el nombre de Ross Brawn. El ingeniero de Manchester, artífice de una de las etapas más brillantes de la Scuderia, habría rechazado la primera oferta presentada por los italianos, según informa el diario Motorsport.
Brawn habría dicho no a convertirse en un asesor técnico del presidente, Sergio Marchionne, debido a que no quiere volver a tener un papel activo en la Fórmula 1 por su fatiga cardíaca y prefiere seguir disfrutando de las vacaciones de verano en su casa de Forte dei Marmi. Ferrari tenía la esperanza de que Ross Brawn impulsara un nuevo período para la escudería.
Sin embargo, la pregunta que resuena con fuerza en los despachos de Maranello es: ¿quién diseñará el coche de 2017? Porque otra de las alternativas que habría barajado Marchionne, James Key, actual director técnico de Toro Rosso, prefería permanecer atado al carro de Adrian Newey con la esperanza de convertirse en su discípulo en el futuro.
Por el momento, el trabajo de diseño del monoplaza de 2017 está a cargo de Simone Resta, quien está coordinando el proyecto desde finales de la primavera. Marchionne se enfrenta a un callejón sin salida: presionar para intentar salvar la reticencia a trabajar en Italia de los técnicos británicos, algo que no gusta al presidente, o esperar un milagro en forma de remontada por parte de los monoplazas rojos en el presente campeonato. Hagan sus apuestas.