Hernán Peláez Restrepo
Le cuesta
En el caso de Millonarios es incomprensible que el equipo en casa y delante de un rival con limitaciones ofensivas se inicie con volantes de corte más defensivo, así se ubiquen tres delanteros con movilidad. Menos mal no sacó el señor Israel a Maxi Nuñez porque esa era la intención y dejó que Estrada pusiera un balón para que de primera Maxi levantara el centro, como en los días de Rangel, y Ayron del Valle cabeceara para localizar los tres puntos.
Para jugar en El Campín, quedó demostrada la necesidad de colocar un volante del estilo de Estrada o Yulián Mejía, capaces de aprovechar a los tres delanteros o a dos. Porque contar con tres hombres arriba no representa necesariamente una carta ganadora. Estarán cerca del gol, siempre y cuando sean apoyados o abastecidos de juego y ellos con su actividad, creando espacios, si aproximan al equipo.
Es preciso admitir que Millonarios jugará de una manera en Bogotá y otra bien distinta en partidos fuera de la 57. En eso el técnico se verá obligado a diseñar los modelos para no sufrir tanto para vencer a equipos como Alianza Petrolera. Porque le cuesta muchísimo y no puede invocarse aquella explicación común en estos casos, "se metieron atrás". Esa es la propuesta por excelencia de equipos sinceros y conocedores de sus limitaciones.
Cuando se haga el balance de lo ocurrido en el uno a cero todos preguntarán al unísono, ¿cuál fue el equipo ganador de Millonarios? ¿El del primer tiempo o el que terminó rematando el segundo periodo?