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Un colombiano baja mejor que Froome

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Una vez el líder del IAM Cycling, Mathias Frank quedó por fuera del Tour de Francia, Jarlinson Pantano sabía que era su momento. La imposibilidad de atacar por respeto al capo era su trabajo como gregario, el ciclista colombiano siempre se mostró antes de la etapa 15, pero debía proteger a su jefe. Ya sin Frank, Pantano no lo dudó. Gracias a eso dio una de las mejores demostraciones de ciclismo de un colombiano en mucho tiempo. Y lo hizo en el Tour de Francia. Pero Jarlinson no es un milagro de la carrera más importante del mundo. ‘País’, como es conocido por sus amigos, ya había ganado una etapa de la Vuelta a Colombia y otra de la Vuelta a Suiza.

Parece poco para los que piensan que alguien merece reconocimiento y apoyo solamente cuando gana. Para los que opinan que no vale la pena un podio en un Tour de Francia o que solo sirve si los que van a competir consiguen alguna de las camisetas. Para llegar a este momento Jarlinson ha tenido que pasar por años de sufrimiento, entrenamientos intensos, varios equipos, lágrimas de dolor y tristeza y muchos intentos por cruzar la meta en primer lugar, con los brazos arriba.

Siempre lo intentó. En sus dos participaciones en el Giro de Italia –sí, ya corrió dos Giros-, en el Tour Down Under y en su primera participación en el Tour de Francia en el año 2015, en donde logró un honroso puesto 19. La etapa en Suiza lo impulsó a creer que este año sí se podía dar el triunfo en una de las fracciones más difíciles del Tour. Pero lo que más alegra y hace pensar que el ciclismo colombiano va en ascenso constante fueron los momentos en los que Pantano fue determinante. Bajando y en fuerza en lo plano.

Sí, resulta que un colombiano mostró que baja mejor que Froome. Una bala con técnica y buena posición. Una consecuencia del trabajo, mucho trabajo, días enteros de fracasos y frustraciones. Días enteros queriendo rendirse, sin hacerlo. Luego, en terreno plano, Rafal Majka, su valeroso compañero durante toda la fuga en la etapa 15 sabía que tenía que sacar la máxima ventaja en el ascenso porque Pantano lo alcanzaría en el descenso y en un sprint no tendría nada que hacer ante el colombiano, tal y como pasó en la meta de Culoz donde el caleño grabó su nombre en la historia del Tour.

Pero hay algo mejor, Colombia no se está resignando a tener solo escarabajos, una marca valiosa y representativa de nuestra geografía que identifican en todas partes del mundo. Hay nombres que demuestran que no solo somos buenos escalando. El trabajo de Sergio Luis Henao y Fernando Gaviria lo corroboran. El primero, como Nairo, Esteban Chaves y Pantano producto del equipo Colombia es Pasión en donde no solo los entrenaron para ser buenos ciclistas sino también para ser ciclistas limpios.

Henao tiene características similares a las de Pantano, fuerza, técnica, poder en lo plano y también buen ascenso. Los abrazos con Chris Froome demuestran que es su mejor gregario y si hubiera corrido el Giro de Italia, Chaves y Nibali hubieran tenido otro rival en la pelea por el título, además, es uno de los candidatos a ganar el oro en Los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro.

Por su parte Gaviria es uno de los jóvenes embaladores de moda en el mundo del ciclismo junto a Caleb Ewan. El colombiano fue descubierto por alguien que se dio cuenta que en el país sí hay ciclistas que pueden ganar al sprint. También Nairo y Chaves están día a día mejorando sus falencias porque se han dado cuenta que aunque es el corazón del ciclismo, las competencias no solo se ganan en la montaña.

Todos en su forma, en su estilo y en su equipo, son héroes. No renuncian a no ser que la circunstancia sea de vida o muerte, se entregan incluso si las condiciones son adversas, cuando caen se levantan. Se levantan más fuertes.