Esta fue la maniobra que salvó la serie de Copa Davis

Cuando el miércoles el árbitro Carlos Niemes observó la cancha del Centro Recreacional Huayquique, la decisión parecía definitiva. La serie entre Chile y Colombia no se jugaba. No se podía. La pelota no daba bote, la cancha se hundía, y quedaban menos de 48 horas para intentar arreglarla.

Parecía imposible. Los tiempos no daban. Sin embargo, el plan de contingencia que llevó acabo la Fetech y la organización, con un día de atraso, tuvo efecto. Se contrató a un ingeniero en suelo, un químico, y junto a más de 10 cancheros trabajaron contra el tiempo en revertir el desastre que se generó por la tormenta de viento, agua y arena que afectó a Iquique hace algunos días.

Durante las primeras horas del jueves la confianza fue mejorando, y aunque ambos equipos no pudieron entrenar ahí, y se sorprendieron al ver una capa blanca sobre la arcilla cuando visitaron el court, fue ese tratamiento lo que salvó la serie.

¿En qué consistió? "Se vertieron dos toneladas de sal fina y una capa más de arcilla que permitió que la cancha estuviera más compacta", explica el directivo Esteban Elías.

Pero no fue lo único increíble que se hizo para salvar la serie de Copa Davis. Después de la suspensión de este viernes, y con las dudas de si se jugaba este sábado, la medida de emergencia fue radical e insólita: una aplanadora durante la madrugada de este sábado y una máquina de oxicorte -sí, las mismas que ocupan para robar cajeros automáticos-, permitieron el milagro de emparejar, compactar y secar la cancha.

Así, pese a que las dudas e incertidumbre se mantuvieron hasta última minuto, finalmente la serie entre Chile y Colombia podrá jugarse. Ahora, habrá que esperar que la cancha resista.