Tour de Francia
Nairo va por Mont Ventoux, llegó el momento de atacar
El gigante de Provenza, el Monte Calvo o simplemente el Mont Ventoux. Conocido así por sus vientos que a veces hacen más difícil su ascenso que la misma inclinación. El jueves se corre la etapa 12.
En la cima del Mont Ventoux hace mucho viento, de ahí su nombre. Y no es normal, es mistral, es decir que puede alcanzar los 200 kilómetros por hora y es seco y violento. Está a un poco más de 1900 metros sobre el nivel del mar, es uno de los principales puntos de turistas atraídos por el esquí y además, es una de las míticas alturas del Tour de Francia.
Precisamente por sus vientos, la organización del Tour ha decidido recortar su recorrido. La ASO, en un comunicado, informó que se esperan corrientes de 100 kilómetros por hora. Por esta razón no se correrán los últimos 6 kilómetros, ahora la meta será en Chalet Reynard.
Serán 15 kilómetros de ascenso desde Bedoin en la falda de la montaña y no 21. Claramente una desventaja para Nairo Quintana, quien se siente más cómodo en las subidas largas. Pero 15 kilómetros no es poca cosa y en este recorrido el colombiano puede demostrar que su preparación no fue en vano, que es superior a Froome al que tendrá que sacar ahora más de 35 segundos de diferencia para llegar con algo de ventaja a la contrarreloj del viernes.
Esos seis kilómetros menos tienen en su último kilómetro una inclinación del 11 por ciento. Con vientos intensos, recorrerlos también podría ser una desventaja para Nairo por su fragilidad. Ahí Froome podría sacar ventaja. Es decir, puede ser bueno o malo si se miran los dos factores, así que lo verdaderamente importante es la estrategia que el equipo va a usar y ahí el Sky ha sido notablemente superior al Movistar. Lo cierto es que llegó el momento del ataque, llegó su terreno y acá no puede permitirse la timidez.
También será una pena por el espectáculo y la ilusión que les hace a los franceses esperar a los corredores en la popular cima y mucho más en 14 de julio, su día nacional.
El recuerdo
Varias leyendas se han escrito en su recorrido de 21 kilómetros en el que su máximo grado de inclinación es de 12 y su promedio es de 7 por ciento. El jueves 14 de julio de 2016 habrá otra que seguramente será protagonizada por Nairo y Froome. Los dos hombres que ya se batieron en una lucha descomunal en este mismo lugar en el año 2013.
Por su inexperiencia, Nairo atacó a destiempo. Dejó a Froome en el camino y parecía que iba camino a la meta en la torre blanca que identifica la cima de este puerto fuera de categoría. Pero la montaña cobra y mucho más una como esta. Froome no solo lo alcanzó sino lo pasó y le tomó una ventaja de 29 segundos. Cuando Quintana llegó a la meta se desplomó ante la mirada de periodistas y curiosos. En Colombia era el héroe más grande. Su atrevimiento fue tomado como hazaña y su rostro desencajado nunca se olvidará.
Este año las cosas son diferentes. Nairo y Froome son los principales candidatos para vencer en una de las etapas más esperadas y deseadas de la competencia. El colombiano cuenta con más experiencia y el británico no quiere sorpresas en Los Alpes. Será un duelo para no perderse. Pero Nairo sabe que tiene una revancha con la montaña, con el monte pelado que deja ver el Valle de Provenza.
El colombiano avisó antes de viajar al Tour, “regresar a Mont Ventoux es algo bueno, realmente fue muy duro cuando me escapé que quedé muerto y sin aire, había atacado desde lejos y este año espero atacar así de lejos para ver cómo responden los rivales”, Ahora que el recorrido es más corto cobra más sentido su declaración.
Esta vez el tiempo que lo separa de Froome es tan corto que vale la pena arriesgar, ir con el pedido de la gente de un ataque histórico, dejando atrás el miedo y las instrucciones de Unzué. Por supuesto con la ayuda de sus gregarios. Ojalá el golpe que sufrió Winner Anacona no le quite fuerzas para ir a la defensa de su capo.
El experto
Víctor Hugo Peña, exciclista: “Es una etapa bien luchada, incluso por los franceses como Pinot, así no estén luchando en la general. Es una subida que es muy difícil hasta la mitad que es con mucho porcentaje y entre árboles y cuando se sale ya faltando pocos kilómetros se ve el real monte calvo, sin nada, no se puede respirar. Y ahí comienza, recta, viento a favor, curva, viento en contra, curva, viento a favor, es bien complicada. Además, que hace muchísimo calor es una subida traicionera, uno no sabe qué tanto va a dar. Pero yo siempre he dicho, el ciclismo no admite predicciones y todo se da en carrera y nadie sabe lo que va a suceder. Nos queda disfrutar del ciclismo y esperar”.