Revuelta de socios del Barca por el ‘caso Neymar’
Piden la dimisión de la junta tras la confesión del fraude fiscal. Pedirán la expulsión de todos menos de Villarubí y María Teixidó.
Desde el pasado martes, en la Oficina de Atención al Barcelonista (situada en el Camp Nou), los socios y aficionados del Barça pueden repasar el pacto firmado con la Fiscalía por el caso Neymar, en el que exoneran al expresidente Sandro Rosell y al actual máximo dirigente, Josep María Bartomeu, a la vez que obliga al club como tal a tener que pagar 5’5 millones de euros por las trampas que se hicieron en el caso Neymar. El documento decía que “el contrato y pago se realizaron con la intención de ocultar la verdadera operación realizada, con el consecuente incumplimiento de la obligación tributaria de retención y correlativo ingreso al Erario Público español que debía abonar el Barcelona. En esa época, el jugador Neymar era residente en Brasil por lo que los impuestos correspondientes a la percepción de su renta, al no ser residente en España, tenía que haber sido retenidos íntegramente e ingresados a la Hacienda Pública”. Eso incendió al barcelonismo.
“Si el Barça fuese una persona física seguro que ya estaría en la cárcel. Más podrido no se puede estar”. Habla Marc Duch, uno de los responsables de Manifest Blaugrana, el colectivo de socios más grande que tiene el Barça más allá del engranaje general del club (en las peñas muchos de los afiliados no son socios del Barça). Concienciados en “querer hacer bien las cosas” y en “tener muy claro que no existen intenciones electorales de futuro”, este asesor fiscal trata de ponerle voz a los casi 300 socios de la plataforma, que no acaban de entender todo lo que está pasando y haciendo el club estos últimos años.
“Fui a ojear el documento y aluciné. Es increíble que hayan permitido que el Barça caiga tan bajo”, dice Duch. “Todo esto es una vergüenza tremenda para el club, para el socio, para el aficionado. ¡Verse acusado y luego culpable por fraude a Hacienda! Eso es especialmente dañino y más en los tiempos que corren en los que la imagen es básica, además de la sensación de suciedad que se transmite al exterior”.
Incordio. Manifest Blaugrana es activo en las redes sociales y trata de estar cerca del socio. La idea inicial de este colectivo no es otra que “fiscalizar todo lo que suceda en el club”, tratar de “explicar la cara B, todo lo que no te quieren contar de su discurso”. Y claro, “eso molesta mucho, hasta el punto de no haber recibido apoyo alguno desde los despachos, más bien al contrario”, comenta Duch, que prosigue: “No podemos hacer nada. Las intervenciones son de carácter judicial y evidentemente son extremadamente costosas. Se habla de fianzas de millones de euros y pese a que nos agradaría mucho, no podemos. A título de plataforma pediremos la expulsión de los directivos que votaron a favor del pacto con la fiscalía (todos menos Carles Villarubí y María Teixidó, que votaron en contra, además de dos abstenciones).
¿Tiene opciones de prosperar su idea? Parece que no. “El problema es que el que toma la decisión es un órgano interno del club (la comisión de la disciplina, de la que el máximo responsable es el secretario de la Junta). De ahí las nulas opciones. ¿Si dimitiese Bartomeu? El segundo plato precocinado será Jordi Cardoner; esa sería dar otra patada a seguir”, opina.
Además, Manifest se encuentra sin el apoyo de la oposición, que anda cada uno a su guerra cuando el caso daría para entrar todos a la vez: “La actitud de un excandidato o un expresidente debería ser en un caso de esta magnitud la unidad de acción y el trabajo codo con codo en defensa del club. Propusimos una unidad de acción, un pacto, y hubo una respuesta negativa”. Pues eso, guerra en el barcelonismo.
