Contador: "Kreuziger no paró cuando se le dijo"

Roman Kreuziger no se detuvo a ayudar a Alberto Contador en Le Lioran. Los directores del Tinkoff le ordenaron pararse a tirar de su líder, pero el checo se hizo el sueco. “No sabía que venía mal, no oí la radio, hubo problemas de comunicación”, ofreció de excusas. En la salida de Arpajon, Contador habló claro: “Las órdenes del equipo fueron unas y su decisión fue otra. Esa es claramente la realidad. El Tinkoff no falló en la táctica, Kreuizger adoptó esa resolución por su cuenta. Sin embargo, tratamos el tema y dejo atrás el malentendido. Ya se comprobará hasta dónde podemos llegar en este Tour”.

Kreuziger sólo atendió a la tele danesa y no respondió a los periodistas españoles. Incluso se puso a silbar mientras se marchaba para ignorar las preguntas de AS y TVE: “En esos últimos metros no nos entendimos, nada más. En la escuadra conocemos nuestros roles y a Alberto le corresponde el papel del líder. Aunque se han escrito y dicho muchas cosas, las ignoro y me centro en la carrera”. Traducido, le dio igual que Contador declarara a unos centímetros que desobedeció la estrategia.

El madrileño, que aún continúa tocado por los golpes en hombros y piernas, procuró pasar página: “No me sentí solo. La situación fue la que se produjo. Más que por mí, preocupa por la imagen que se transmitió del Tinkoff. A mí no me afecta, a lo largo de mi trayectoria me han sucedido bastantes ocasiones similares y para nada me vi mal. El ambiente dentro del grupo está bien. Ahora queda recuperar lo mejor posible de cara a los Pirineos. Perdí menos tiempo de lo esperado, y unido a que evolucionan las sensaciones, me permite mirar al futuro con un poco más de optimismo”.