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Final FPC

David González, cerrojo y polo a tierra de 'El Poderoso'

En el campo brilló con sus importantes atajadas y en el camerino movió al grupo con su liderazgo y corazón hacia la sexta estrella. Sabiduría y mística con la afición.

MedellínActualizado a
David González, cerrojo y polo a tierra de 'El Poderoso'
DIARIO AS

Fue uno de los aciertos del DIM tener otra vez en sus filas a un líder de su talla para inspirar al grupo y meterle corazón a cada compromiso que afrontó el equipo durante la compleja y disputada Liga I-2016. 

David González, que jugó 2.340 minutos este semestre, siempre mantuvo la calma en los momentos de más dificultad. Incluso cuando la crítica llegó se mantuvo firme. "Somos autocríticos. La idea es que la mejor curva de rendimiento nos agarre en los momentos decisivos. Lo necesitamos para ser campeones", anticipó.

González, campeón con Medellín en 2002 y 2004, regresó en febrero de 2015 al club que lo formó cuando Carlos Bejarano se lesionó, la afición presionó su llegada y él lanzó un guiño.
"Estoy feliz. No puedo creer que voy a regresar y que van a volver a cantar mi nombre", expresó en su momento con emoción.

Desde que González se volvió a poner la camiseta poderosa empezó una lucha leal y de alto nivel por el puesto con el paraguayo Ántony Silva, quien más que su competencia fue su amigo.

Y una vez tuvo su oportunidad, el 'Rockero' no soltó en arco rojo en medio de los cánticos de la Rexixtenxia Norte, que le recordaban su calidad de ídolo mientras regalaba atajadas en momentos claves como sucedió en la definición por penales frente a Cortuluá en la semifinal –en su partido 200 con el DIM- o con Atlético Junior en la disputa por el título.

Al paisa, que conoció la gloria con el DIM siendo un niño, lo hizo debutar Reinaldo Rueda para hacerse grande en el arco con la estrella que rompió 45 años de sequía. Lo hizo otra vez dos años después ante el rival de patio, para luego ir al exterior a crecer y a aprender de los buenos porteros que da el fútbol inglés.

El fútbol lo premió. Y verlo levantar la copa junto a su amigo Mao Molina, otro de los 'capos' que tomó la vocería para mover al grupo hacia la sexta estrella, fue la cereza en el postre de una gran campaña. Otro momento que la afición no olvidará.

"Los jugadores de jerarquía y experiencia supimos llevar a los otros", dijo González, uno de los artífices del título, quien en esos momentos de júbilo dio fe de su amor por el rojo: "Medellín me ha dado muchas noches magníficas y aquí que me quiero quedar".