En remojo
Cuentan los fanáticos de la comida criolla que cuando van a preparar los fríjoles, los ponen en remojo desde el día anterior. Al siguiente día, los cocinan y los adornan con plátano y el infaltable chicharrón. Acá, en el primero de dos juegos para definir el dueño de la estrella, se puede decir que ocurrió algo similar.
El empate a un gol los mantiene en capilla a ambos. Porque así como Medellín consiguió el punto, Junior el domingo puede obtener un resultado similar y provocar esa definición desde el punto penal.
¿Por qué digo lo anterior? Si Medellín fue más recatado, cediendo la iniciativa e intentó una que otra acción de ataque sobre el final. Pasó la mayor parte de la etapa complementaria dependiendo de los arranques de Marrugo y algún remate de Hechalar. Mao Molina estuvo lejos de lo que pretendía el equipo. En cambio, su sector defensivo exhibió seguridad, atento a lo que quería hacer Ovelar y pendiente de aparición de Iván Vélez y la serenidad de Cabezas, un jugador sin oportunidades en la titular, aunque con su gol mantiene los fríjoles en remojo...
Junior por su lado quiso aprovechar los recursos de Jarlán Barrera, en manejo de balón y pases indistintamente a derecha o izquierda. No se encontraron con él ni Aguirre y mucho menos Ovelar. Por eso resultó previsible el plan de ataque. Por los costados se repartían los centros o los intentos de pases Vélez y Domínguez. Al final, Toloza, que estuvo en la puerta de salida del plantel, ingresó por Ovelar sin lograr más que algunos piques intrascendentes.
En consecuencia, empate justo. Uno no arriesgó, Medellin. El otro se "nubló" llevado por la presión de la localía sin variar los argumentos para el gol. El juez Gallo, como es habitual en los jueces que tenemos, no vio o no quiso ver una falta contra Ovelar por parte de Arias y que era pena máxima...Esto no es de extrañar, pues siempre digo: 'No llores, porque si hoy te quitan, mañana te regalan'. Anteriormente se usaba otra palabra...Compensación y todos quedaban contentos.