Fue la carta tapada de Leonel Álvarez en el juego de ida de la final de la Liga I-2016. Y funcionó. Juan David Cabezas jugó uno de sus mejores partidos con Independiente Medellín y marcó el gol rojo en el empate 1-1 con Atlético Junior, anotación que mantiene viva la ilusión de alcanzar la sexta estrella
"Quiero agradecer a la Divina Providencia por todo lo que pudo hacer el equipo en Barranquilla. El Medellín tuvo ganas, jerarquía, entrega y personalidad. La final es un partido diferente. La tensión está ciento por ciento", dijo el volante.
El vallecaucano, que ha jugado pocos minutos con el 'Poderoso', valoró haber tenido la oportunidad de aporta en el momento más importante del Apertura. Y subrayó que logró tener un papel destacado en el Metropolitano gracias a que nunca dejó de entregarse en cada entrenamiento así no fuera tenido en cuenta por el DT.
"En lo personal, trato de prepararme siempre al máximo. Soy un profesional del fútbol y uno tiene que cumplir con amor. Hay que hacer las cosas bien porque uno no sabe en qué momento le va tocar (jugar)", comentó sobre su situación en el DIM.
Y agregó sobre los buenos 90 minutos que tuvo en Barranquilla, que incluyeron despliegue físico y gol : "Soy un convencido de que el trabajo y la disciplina siempre tendrán recompensa tarde que temprano. Ahora lo más importante es el equipo".
En cuanto al desarrollo del partido, que inició ganando el local con el tanto de Jorge Aguirre, el mediocampista indicó que esperaban que Junior lo planteara así, pese a que Medellín se esmeró en el arranque para mantener su arco cerrado y tener la pelota.
"Sabíamos que Junior iba a salir a arrollarnos e iba a intentar anotarnos un gol lo más pronto posible . Nosotros teníamos que tener la capacidad de contrarrestar no solo corriendo detrás de la pelota, sino también con ella", señaló el jugador en charla con 'DIM Radio'.
Para Cabezas, sacar un empate en el Metropolitano da licencia para ilusionarse por lo que significa la plaza y el rival. Sin embargo, hizo un llamado a mantener los pies en la tierra porque aún falta el capítulo definitivo en la historia que Medellín quiere escribir con un nuevo campeonato después de siete años de sequía.
"Nos falta un escalón más y hay que afrontarlo de la mejor manera. Vamos con mucha tranquilidad y humildad. Todavía no hemos conseguido el objetivo, pero hemos dado un primer paso. Así que esperamos conseguir el título con nuestra gente y en nuestra casa. Ahora toca recuperarnos", finalizó el vallecaucano, que apenas ha jugado 329 minutos con el 'Poderoso'.