Hubo un gesto llamativo. El de Luis Suárez, que estaba ansioso por ingresar. Trabajó en zona de calentamiento con los suplentes y cuando estaba convencido de ingresar Uruguay prefirió pensar en volantes como Corujo, Lodeiro y puesto que había ingresado Rolan, se quedó con los "crespos hechos". La historia se complementa con la rabieta, la protesta a quienes ordenaron el ingreso de otros jugadores. Se dan dos lecturas en el incidente. Como Profesional que es, debe aceptar las decisiones del técnico, sin chistar. Como jugador es explicable su reacción porque consideraba que podía ayudar a encontrar el empate. Vendrá novela segura… Medellín tiene el Tiquete en el bolsillo. Los uruguayos adquirieron tiquete de regreso a Montevideo...