¿Qué nos pasa?
Es fácil apuntar que el técnico Pékerman se demora mucho para realizar cambios. Eso resultaría ser una apreciación rápida. El asunto no es cambiar y apostar a que el jugador ingresado nos ayudará. Antes de realizar modificaciones al plantel que está jugando, es preciso alertar a los jugadores, hacerles caer en cuenta de errores o descuidos, sobre todo en la zona de volantes. Pedirle a estos más atención y no fomentar las iniciativas del rival.
Ramón Díaz le ganó de mano y viveza a Pékerman cuando mandó al campo a Víctor Ayala. No porque sea o fuere un gran jugador, sencillamente porque organizó a su equipo. Quedaron más libres para movimientos y llegadas los zurdos Romero y Almirón. Ayala tomó el comando de su grupo y durante 20 minutos, bien sufridos, perdimos el control de balón, aceptamos un golazo obtenido en media distancia por el mismo Ayala y terminamos sufriendo esos cinco minutos adicionales a los noventa.
La reflexión es interesante. La Selección comienza ganando temprano. Funciona a la perfección en el primer tiempo, sin dar respiro y sosteniendo control de campo y del balón. James estuvo excelente y hasta marcó gol. Cuadrado, generalmente apoyado por Arias, esta vez estuvo por debajo de su rendimiento habitual.
La inquietud es: ¿por qué se va quedando el grupo? ¿Cansancio? ¿Exceso de confianza? Si las respuestas fueran positivas, corresponde al grupo numeroso de ayudantes de Pékerman advertirle a los jugadores los riesgos y complicaciones que pueden aparecer en un partido. Nadie parece haberlo hecho y ninguno de los jugadores más experimentados en el campo cayó en cuenta para gritar en voz en cuello qué está pasando.
Estamos clasificados, invictos, con seis puntos y panorama que admite triunfalismo si se quiere. Pero en reposo y tranquilidad, es bueno conocer una respuesta a ¿qué nos pasa? Como todo no puede ser cuestionamiento, es necesario destacar los trabajos de Farid Díaz, James Rodriguez y la contundencia de Carlos Bacca.Bien por ellos...