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La que sintió el Deportivo Cali al terminar la tanda de 20 jornadas. No hubo ni angustia ni situaciones cambiantes en la última fecha. Ya a los siete minutos del juego ante el Rionegro, Harold Preciado conseguía el gol, que le iba a permitir a los Caleños asegurar su presencia, por el séptimo puesto en las finales, entre ocho clasificados.

A todas esas, el Once Caldas y Patriotas que poseían matemáticamente una posibilidad de pelearle al Cali el puesto, no funcionaron. Es más el Once, perdió con Santa Fe y Patriotas, aunque consiguió buen resultado, no forzaron ni llevaron angustia al Cali.

Al menos Mario Yepes, haciendo sus primeros "pinitos" como técnico, ya logró consolidar un sistema defensivo, con Palacios, Bianchi, Mera y Banguero, respaldados por el arquero Hernández. En la zona de volantes, Mojica el zurdo puede ser una realidad y pensando en el futuro, con la salida de Santos Borre, el puesto parece ser para Casierra y si se marcha Mera, tiene reemplazantes.

Después el mismo Preciado puso el dos a cero y Mojica estableció el tres a cero, mientras una pena máxima bien sancionada por Gamarra, permitió a Páez, llegar a sus 12 goles en la temporada. Un tres a uno, sin un trabajo espectacular, dejó al Cali en su clasificación, que nunca estuvo en duda.

No solamente el Cali, sino casi todos los equipos, están en proceso de, no digo, desintegración, sino de remodelación. Menos mal las finales ya comenzarán y muchos técnicos no contarán con tiempo suficiente para rearmar la figura de juego o cranear un proyecto a largo plazo. Acá todo es de afán y los resultados deben ser inmediatos.

En cuestión de días, solo quedarán cuatro equipos para aspirar a título y premios en Copas futuras. En el sorteo se requiere suerte y contar con ella en el primero de dos partidos. Ida y vuelta. Llegar a estar entre los ocho es una meta cumplida, para disfrutarla en poco tiempo. Habrá que averiguar cuáles equipos están en pleno ascenso en la curva de juego y producción. Algunos, como en el caso del Cali, parece haber encontrado tranquilidad y una forma de jugar, soportado en la seguridad de la línea del fondo y en la primera línea de volantes, más el optimismo que genera el regreso al gol de Preciado...