Jairo Ríos, el paisa que dirigió y se enamoró de Haití
El entrenador antioqueño contó en conversación con AS Colombia que se salvó del terremoto en 2010 por problemas con su visa. "Colombia no debe subestimar a Haití", dijo.
El 12 de enero de 2010, un terremoto castigó Haití dejando 222 mil muertos y más de un millón de damnificados. Uno de los muchos edificios que quedó colapsado fue el de la Federación de Fútbol, en donde murieron 28 personas. Jairo Ríos, un entrenador antioqueño, dirigía a la Selección de Haití en ese entonces y debía estar en la Federación ese día. Pero un error logístico lo dejó en Estados Unidos, una demora que probablemente le salvó la vida. Seis años después, y antes del juego amistoso entre Colombia y el equipo caribeño, Ríos recordó en AS Colombia sus 2 años como técnico y la tragedia que le marcó la vida.
¿Cómo llegó usted a ser técnico de Haití?
“Fue por medio de Miguel Trujillo, un empresario colombiano que trabajaba con la Federación de Haití. Yo lo conocí por mis trabajos en Honduras y así hicimos el acercamiento. Me dijo que si me gustaba esa propuesta de ir a trabajar allá. Estuvimos en un partido que les faltaba a ellos de la Eliminatoria contra Surinam y ahí aceptamos la propuesta”.
¿Pensó mucho antes de tomar la decisión?
“Como algo para ensayar y probar, me llamó la atención. También me llamó la atención porque era dirigir a una selección nacional de mayores. Era un equipo que hasta ese momento no tenían mucha trayectoria futbolística y solo era conocido por ser uno de los países más pobres del mundo. Me gustó el proyecto que me ofrecieron y pues me quedé un poco más de dos años”.
¿Qué le impactó cuando llegó por primera vez Puerto Príncipe, la capital?
“La llegada mía allá fue de impacto viendo tanta pobreza que había allá. También me impactó el desorden de la ciudad. Veía mucha gente para arriba y para abajo en la calle. Yo viajé con un amigo que también es técnico, y al otro día de haber llegado ya queríamos regresarnos. Yo decía: ‘¿Yo qué hago aquí, Dios mío?’. Pensábamos en devolvernos y fuimos al primer entrenamiento. Conocimos la calidad de los jugadores en lo futbolístico y también como personas. Poco a poco nos fuimos enamorando y a la larga nos quedando”.
EL TERREMOTO
Jairo, aunque llevaba casi dos años trabajando como técnico de Haití, viajaba constantemente a su casa en Orlando, Estados Unidos. Sin embargo, todavía no tenía la Green Card (visa de residencia), y cada vez que se disponía a salir del país tenía problemas con el servicio de inmigración. Días antes del terremoto, el paisa estaba a la espera del documento. Esa demora le salvó la vida.
“El presidente quería que Gustavo Chaverra (el preparador físico) y yo viajáramos para un congreso en la Federación. La Green Card se demoraba alrededor de una semana, y yo les dije a los de la Federación que me enviaran el tiquete apenas la tuviera. Y mientras yo esperaba mi tiquete ocurrió el terremoto.
¿Y cómo se enteró de la noticia?
“Yo estaba en mi casa y me llamó Miguel. Me dijo que el terremoto había derrumbado la Federación en medio del congreso, el mismo al que nosotros tendríamos que haber asistido. No sabíamos cuántos muertos eran porque no había forma de comunicarse. En ese momento me arrodillé y le di gracias a Dios porque probablemente, de haber estado allá, hubiera estado entre los muertos. En la federación murieron casi 30 personas, incluido el técnico de la Selección Sub 20. De los tres pisos de la Federación solo quedó uno”.
¿Al cuánto tiempo volvieron a Haití?
“A los ocho días del terremoto regresamos. Gustavo y yo nos pusimos a buscar uno a uno a los jugadores de la Selección porque nos habían invitado a una gira para recoger fondos para los damnificados. Mientras mirábamos y ayudábamos a arreglar la federación encontramos a un niño que llevaba cinco días atrapado entre los escombros. El niño, que resultó ser el hijo de una de las secretarias, estaba vivo. Fue un milagro y algo muy bonito”.
¿Cómo describiría a la ciudad después del terremoto?
“En el recorrido por la ciudad quedamos impresionados por la magnitud de la tragedia. Esa misma noche que llegamos nos quedamos en un hotel. Alrededor de las 11 de la noche hubo una réplica y tuvimos que salir corriendo. Al llegar a la calle nos dimos cuenta que todo el mundo estaba durmiendo ahí en plena avenida. No dormían en las casas, sacaban un colchón y lo ponían en la calle por miedo a las réplicas. Lo mismo hicimos nosotros esa noche.
¿Y qué tanto afectó a la Selección?
“Cuando logramos reunir lo que pudimos del equipo viajamos a una ciudad cerca a Puerto Príncipe en donde el terremoto no había pegado tan duro. El problema era que muchos de ellos llevaban casi una semana sin comer y estaban casi 15 o 20 kilos por debajo de su peso. Totalmente desnutridos. Además, muchos de ellos perdieron a sus familiares. El capitán de esa época, Pierre Richard Bruny, quedó atrapado cuando su casa se derrumbó. Lo que lo salvó fue que todavía tenía batería en su celular y lo lograron sacar de los escombros al otro día”.
Han pasado seis años desde que Jairo Ríos dejó la dirección técnica de Haití. Recientemente dirigió a un equipo en Honduras. Ahora se dedica a colaborar para una radio en Orlando que transmite fútbol para latinos. Sin embargo, sigue en contacto con muchos jugadores y algunos directivos de la Federación.
“Todavía tenemos una buena amistad con el presidente de la Federación, personas del Comité Ejecutivo y también con algunos jugadores con los que todavía hablamos. Esa selección que armamos junto con Gustavo era una de mucho futuro, y ellos se han convertido en la base que está compitiendo ahora. Ellos le están dando muchas alegrías al pueblo haitiano, porque allá la gente vive del fútbol y la política, esas son las grandes pasiones de ellos. Estoy esperando a que el equipo llegue en estos días a Orlando para ir a recibirlos y recordar épocas pasadas”.
¿Qué puede esperar Colombia de Haití?
“Este equipo de ahora es una Selección que juega bien al fútbol. Son jugadores muy rápidos y potentes que han cogido mucha experiencia, porque la gran mayoría de estos 23 seleccionados juega en Europa y Estados Unidos. Los entrenadores que llegaron después de mí le han dado a esta selección mucha técnica, que era lo que le faltaba al equipo. Haití no va a ser una pera en dulce. Colombia y Pékerman deben tener mucho cuidado”.
Jairo asistirá al amistoso que se jugará este domingo en Miami, pero irá como un hincha neutral. “Soy colombiano y vivo mucho el fútbol de nuestra Selección, pero también tengo dentro de mi corazón un cariño enorme por Haití porque a medida que lo fui conociendo le fui cogiendo un cariño tremendo. No sé qué tiene Haití, pero uno cuando va, se enamora y es muy difícil olvidarlo”.