Bochornoso
Así fue el final del partido en Medellín, donde Nacional, por quinta vez se arrimó a semifinales de Copa Libertadores. Pasaron 21 años antes que el Verde regresará a una instancia donde puede pelear en la final por el título.
Resultaron varios hechos bochornosos y lamentables. El ingreso del profesor Velasco al campo a increpar o reclamar de forma vehemente al juez central por uno de los tantos errores de apreciación vistos, La burla de Berrio después del tercer gol al arquero SOSSA, aunque se supo de una ofensa por su color de piel de parte del portero, lo cual encendió la mecha y armó un tumulto al final.
Triste la reacción de Coudet el técnico de Rosario, quien con juego terminado, atravesó el campo de juego para ir a encarar y pelear con ALEX Mejía, otro que había cruzado palabras, gestos y patadas con los argentinos.
Balance muy triste con cinco expulsados que estaban jugando y un particular, el Profe Velasco.
Del partido como tal se dio lo que se esperaba. El visitante dedicado a funcionar más en plan defensivo que ofensivo, convencido de su pequeña ventaja traída del sur y de la necesidad del local por generar opciones de gol. De paso se encontraron sin querer un gol que dramatizó aún más el panorama para Nacional.
Sobre este punto quiero fijar mi postura. Copete bajó a cubrir la ausencia de Farid Díaz en ese momento para marcar a un contrario. Se presentaron dos faltas. Una mano, totalmente involuntaria de Copete que no daba para pena máxima, pero una "amarrada" de Copete al rival, con las piernas, impidiéndole salir. Eso creo que pitó el uruguayo, no la mano.
Nacional, cerrando el primer tiempo empató. Arrancando el segundo pasó a ganar y en el cierre a refrendar su avance en Copa.
Dos jugadores consiguieron el cambio en el semblante del equipo. Andrés Ibarguen y Orlando Berrio. Ambos ingresaron para revolucionar el juego de Nacional, que tuvo eso sí, durante los 90 minutos en gran producción al venezolano Alejandro Guerra. Esto para considerar el fútbol en el sentido exacto. Ignorar a Armani sería injusto pues resolvió muy bien un mano a mano en las postrimerías.
El epílogo del juego, fue lamentable, triste. Hace algunos días atrás, anoté que se estaban reviviendo episodios de las primeras versiones de la Copa Libertadores, episodios dañinos y que merecen ser punibles. El juez uruguayo quería dejar jugar y dejar pegar. Así le fue...
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