El azul fue el más grande

¡Así es como se reconcilia a una afición! El hincha, impaciente y sentimental, pedía resultados con pitos. Y fue ante Nacional que el azul reconquistó a su fiel hinchada. El Campín vio al mejor Millonarios en mucho tiempo y frente al eterno rival. Al ritmo de Mackalister Silva, el equipo de Rubén Israel aterrizó al que, hasta hoy, parecía invencible. Lo hizo ver nervioso, confundido y hasta violento. Millonarios ya no es el más veces campeón, pero en la última noche de marzo de 2016, sí fue más grande.

El escenario: un Campín azul y blanco. Un cuadrilátero de 105x68, testigo de un auténtico partidazo que comenzó con dominio de uno, pero que terminó con total control del otro.

Con Steven Vega y Héctor Quiñones como laterales, la instrucción de Reinaldo Rueda fue clara: atacar las bandas. Sus dirigidos, siempre obedientes, acataron y Nacional tuvo tres opciones de gol con esa fórmula. Marlos Moreno puso dos remates desde la derecha y Copete, uno por la izquierda.

Millonarios, aturdido por los constantes golpes del rival, aguantó y aguantó hasta que encontró un espacio para responder. Y lo hizo de qué manera. Robayo, Estrada y Mackalister Silva se acomodaron a espaldas de Mejía y Arias para exigir a Franco Armani con estiradas milagrosas. Y cuando no defendió el argentino, lo hizo la suerte y la mala definición azul.

Así terminó el primer tiempo, y ambos contendientes se fueron a sus esquinas a recibir órdenes de sus entrenadores. Pero el azul se dio cuenta que al coloso se le podía vencer. La convicción se hizo material en el complemento.

A los 12 minutos, la presión asfixiante de Millonarios generó el primer gol de Mackalister Silva. El 14 forzó la equivocación de Alexis Henríquez y asistió a Maxi. El argentino levantó la cabeza y esperó la llegada del bogotano. Silva recibió en el punto penal y venció a Armani, que hasta el momento parecía invencible.

Al gigante había que rematarlo. Cayó a la lona, pero a este rival no se le puede dar tiempo para tomar aire. Ocho minutos después, y con la misma fórmula, llegó el segundo. Esta vez, la presión alta provocó el error de Francisco Nájera, y después de una triangulación exquisita y limpia, volvió a aparecer Mackalister para dar el golpe final.

Este Nacional no está acostumbrado a ser superado futbolísticamente, y en la cabeza se notó. Víctor Ibarbo salió expulsado por doble tarjeta amarilla y Alexis Henríquez por poco inicia una gresca. En el tiempo de adición, un Millonarios confiado dejó escapara a Ruiz, que asistió a Berrío para el descuento.

El árbitro Luis Sánchez pitó el final y la afición dio un grito de alegría. El Campín cobró vida y saltó al ritmo de la hinchada azul. Millonarios es tercero en la tabla, supera a Nacional y se acerca a la clasificación. Esta noche, el azul fue el más grande.