James debe ser el nuevo Özil de Cristiano en el Clásico
En sus tres temporadas en el Real Madrid, el alemán le dio 27 asistencias de gol al portugués y tres de ellas fueron frente al Barcelona. Özil, al igual que James, también fue muy criticado.
Pase de Özil y gol de Cristiano. El Real Madrid se acostumbró a ver esa imagen entre 2010 y 2013. En esas tres temporadas, el alemán asistió en 27 goles al portugués, convirtiéndose así en su mejor socio y creando una dupla que supero incluso a la que forjaron Ronaldo "Fenómeno" y Zidane.
Özil, con el 10 en la espalda, fue protagonista en las últimas dos victorias blancas en la casa del Barcelona. Una fue el 1-2 por Liga en la temporada 2011-2012. Khedira adelantó al Madrid después de un cabezazo de Pepe, pero Alexis igualó en el 70. Tres minutos después, el alemán recibió pegado a la banda derecha, Cristiano le hizo una seña con su mano y el 10 entendió el mensaje a la perfección. El balón de deslizó entre Puyol y Mascherano para que Cristiano marcara el gol de la victoria. "Calma que aquí esto yo", gritó el 7. En 2013, última victoria en el Camp Nou, Özil también dio un pase de gol, pero esta vez a Varane.
Al inicio de la temporada 2013-2014, el Real Madrid transfirió a Özil al Arsenal inglés por más de 50 millones de euros, negocio que molestó a Ronaldo. Llegó el Mundial, Mesut se coronó campeón y el goleador-revelación de Brasil 2014 heredó su dorsal.
JAMES, ÖZIL Y EL PESO DEL 10
El 10 del Real Madrid pesa. Para la muestra, un colombiano y un alemán. A medida que avanza la presente temporada, la historia de James se parece cada vez más a la de Özil. Un volante ofensivo con precisión quirúrgica en el pie izquierdo que deslumbra más en la Selección que en el club. Cambiaron los aplausos por pitos. Al final, Özil terminó en Inglaterra, país en donde también se ha ligado el futuro del colombiano.
Pero en frente está el clásico. Para volver a ganarse el cariño de la afición y el respeto de la prensa, James deberá intentar restablecer la conexión que crearon Özil y Cristiano frente al único rival que importa. Un buen Clásico lo limpia todo.