La obligación de "Piscis" Restrepo
En tres semanas Colombia jugará su primer partido del repechaje para los Juegos Olímpicos contra Estados Unidos en Barranquilla. Una prueba para la que la selección nacional juvenil llega bien preparada para asegurar el cupo que se consiguió por última vez en 1992.
Su técnico Carlos “Piscis” Restrepo asumió con responsabilidad la misión de clasificar a Río 2016. Desde agosto del año pasado trazó su plan de trabajo que incluyó cinco microciclos de seis días de trabajo cada uno, una gira internacional por China en la que además ganó el cuadrangular amistoso que disputó y dos partidos de preparación ante Honduras en Miami.
Su trabajo estuvo lejos de la improvisación. Recorrió el país para definir la preselección. Miró talentos en la Costa Atlántica, en el Valle del Cauca, Bogotá, el Eje Cafetero.
“Queremos esculcar en todos los rincones de Colombia y que no se quede nadie afuera”, explicó Restrepo.
Esa labor de base y muchas veces sin tanta presencia en los medios, se potencia con el alto nivel de los convocados. Yerri Mina es reconocido por Gerardo Pelusso como uno de los mejores centrales de Suramérica, Roger Martínez gana su espacio como el nueve titular de Racing de Avellaneda y Marlos Moreno brilla como un centrodelantero que se asocia y pisa el área o como un punta que encara y define en Atlético Nacional. De más está hablar de otros cracks como Sebastián Pérez, Juan Fernando Quintero o Rafael-Santos Borré. Una generación que podría jugar bajo las órdenes de Pékerman sin problema.
En tiempos en los que se reclama por más trabajo con la selección mayor, “Piscis” muestra su libreta completa con horas de vuelo, futbolistas en sus mejores versiones, el calor de la tarde barranquillera, el respaldo dirigencial y la unanimidad periodística.
Nada puede salir mal. Es el momento de volver a los Olímpicos.