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Fue la palabra que encontré más próxima para identificar el momento de Millonarios. O al menos lo que mostró en el empate a un gol ante el Pasto. Fueron pocos los jugadores del bando azul que sabían que y como jugar. Vikonis, Cadavid, Machado, Carrascal y pare de enumerar.

Lo más importante para el técnico Israel, es hacer entender a sus jugadores cuales son las ventajas aprovechables cuando se oficia como local. Porque en el segundo tiempo, la iniciativa fue del visitante. Millos sin sentido de asociación en la zona de volantes. Jugar al pelotazo, muchas veces patrocinado por Vikonis, Millos supone acercarse al arco contrario.

Estoy seguro de que ese pelotazo se hace costumbre por la velocidad que habitualmente despliega Núñez, así esta vez, errático en remates y sin saber si es por derecha o izquierda su trabajo fue eficaz. La lesión de Rangel, seguramente afectó los movimientos previstos para conseguir gol.

Millos sabe que mientras sea local, encontrará rivales correlones que salen a hostigar, a mortificar a los volantes y es cuando se requiere poner el balón a tierra, buscar pases cortos entre ellos e intentar triangulaciones para desenredar el partido. Jugar como lo realizó ante el Pasto, es perder puntos. Entra en unos movimientos alocados, sin sentido, donde se nota un excesivo afán y concluye viendo los movimientos de Varela, un chiquitín, atrevido con el balón en sus pies.

El grupo de Berrío, se ganó a pulso el punto, contando con la seguridad de Nelson Ramos y la entrega de todos sus integrantes para dejar una buena imagen. Y esto comprueba que en nuestro medio, los visitantes, juegan con más serenidad, mientras a los locales y es una excusa sentimental, los acompleja la responsabilidad. Además se notó que las faltas para interrumpir el juego, se utilizan cada día más.

Millonarios debiera armar grupos de trabajo así. Jugadores que sepan con el balón y ahí incluir a “Manga” Escobar. Los velocistas, los trabajadores o llamados de bajo perfil y sólo así el señor Israel, podrá saber cuál es el estilo de juego más acomodado a las características de sus dirigidos. Porque Millos requiere salir de este momento confuso.