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Eliminatorias

Córdoba, Rincón y Seijas desafiaron la altura de La Paz

Tres jugadores de la élite del fútbol suramericano narraron la experiencia de haber jugado en el mítico estadio Hernando Siles de La Paz.

Colombia
El estadio, que fue inaugurado el 16 de enero de 1930 y tiene capacidad para 41.143 espectadores, recibirá a bolivianos y colombiano en marzo.
AFP

AS Colombia habló con dos exjugadores colombianos que sufrieron los rigores de jugar en la altura durante su carrera como futbolistas. Se trata de Óscar Córdoba y Freddy Rincón. Cada uno contó lo que significó ir a La Paz y qué consecuencias tuvo que soportar ante los más de 3 mil metros de altura de la capital boliviana.

Así mismo, Luis Manuel Séijas, jugador de Independiente Santa Fe y de la Selección de Venezuela, que afronta las eliminatorias, nos contó que la altura no es un mito y el preparador físico Diego Barragán dio algunos consejos para el equipo de José Pékerman que irá al estadio Hernando Siles en la quinta jornada de la clasificación a Rusia 2018.

Córdoba, cedió ante la altura

Oscar Córdoba, quien defendió los colores de la Selección Colombia desde el año 1993 hasta la Eliminatoria a la Copa del Mundo de Sudáfrica 2010, destacó que su cuerpo no respondió de la mejor manera a la presión, especialmente el día que el equipo nacional cayó por cuatro goles.

“Cuando enfrenté a Bolivia, fisiológicamente mi cuerpo no respondió de una manera correcta. En algunas ocasiones aparentemente tu cuerpo puede absorber fácilmente el tema de la altura y responder en forma eficaz ante el juego del rival. En lo personal tuve dos partidos en La Paz con la Selección; el primero por Eliminatoria en el que logramos un empate 1-1 con el ‘Chiqui’ García y unos años más tarde con Pacho Maturana caímos 4 a 0; ese día me afectó de forma directa y realmente no me sentí en plenitud de condiciones”.

Asimismo, el portero campeón de la Copa Intercontinental del 2000 con Boca Juniors sostuvo que en la altura los remates de larga distancia son balones difíciles de atrapar y los aconseja rechazar.

“Son balones complicados, creería que lo correcto es rechazar teniendo en cuenta que desde la parte fisiológica el cuerpo no está respondiendo de forma correcta lo que puede llevar a errores. Algunas pelotas en la altura se ven fáciles y livianas de coger, pero al momento de atajarlas te puedes encontrar con una bola totalmente distinta a lo que se piensa”.

Cuando se le cuestionó al arquero si la Selección Colombia que disputó las Eliminatorias rumbo al Mundial de Alemania 2006 tuvo algún acondicionamiento físico previo a enfrentar a Bolivia, Córdoba confesó que no.

“No tuvimos ninguna preparación porque todos veníamos de países distintos. El ciclo de preparación es muy corto y no te permite una adaptación más acorde a lo que la exigencia del partido te merece. Se debe aferrar a la táctica y que ese día tu cuerpo fisiológicamente responda”, concluyó Córdoba.

Seijas “sobrevivió” para contarlo

Otro jugador que ha sabido soportar los inclementes 3577 metros de altura de La Paz es el volante venezolano Luis Manuel Seijas, quien recientemente con su Selección rumbo a Rusia 2018 perdió 4-2 en terreno boliviano. El mediocampista de Independiente Santa Fe sostiene que se hace difícil jugar y recomienda llegar el mismo día del partido.

“Subir a La Paz es siempre difícil así te prepares porque allá se siente terrible. Físicamente nunca he sentido una fatiga enorme. Nosotros tratamos de llegar siempre el mismo día y la más reciente visita terminé expulsado, sin embargo, todo el equipo sintió la altura y no nos salieron las cosas”, expuso el volante de la vinotinto.

Freddy Rincón, mundialista que no necesitó oxigeno

El espigado jugador que tuvo pasado en Santa Fe, América, Corinthians, entre otros clubes, le dijo a AS Colombia que el tema de la altura en Bolivia pasa más por lo mental que por lo físico, pero admitió sentir mucho frío especialmente en sus manos y pies.

“Nunca tuve problemas con la altura. El último partido que jugué allá, tenía 34 años, y corrí sin problemas. Todo pasa más por la parte psicológica, y a mucha gente le puede afectar si no está bien preparada mentalmente”.

“Todo se contrarresta con la capacidad física y torácica de cada uno. Lo normal era que se me congelaran las manos y los pies, pero nunca me pasó nada extraño. Recuerdo un compañero de la Selección, que apenas nos bajamos del avión, se mareó y tuvieron que darle te de hoja de coca para controlarlo”, añadió.

“En los camerinos había bombas de oxígeno, para quien lo necesitara, pero yo nunca las usé”, concluyó.

Diego Barragán: solo física en los 90

El que fuera el preparador físico de la Selección Colombia que dirigía Francisco Maturana en los años noventa también tiene su punto de vista de cómo los jugadores de fútbol tienen que encarar la altura previo a un partido.

“La fisiología indica que se debe llegar a jugar en la altura, el día anterior o el mismo día, y nosotros con la Selección, no llevábamos nada especial, el que no estaba bien entrenado no iba. Es más fácil contrarrestar la altura que el calor, porque se puede llegar el mismo día, un día antes o días antes a la altura”.

“El jugador de alta competencia tiene que estar bien preparado. Una vez nos equivocamos, por recomendaciones fisiológicas, fuimos de Santa Cruz a La Paz, pero en ese entonces nos desgastamos por las conexiones aéreas; desde ese día determinamos llegar directamente a La Paz.

El jugador mal entrenado muere en la altura, y eso les pasa a los que juegan en Europa, porque el entrenamiento allá no es tan bueno como en América o en Colombia. A los que vienen del viejo continente siempre les costará jugar en la altura”, aseguró.