Guayos en Santa Fe: Tallas, anécdotas y curiosidades
Conozca curiosidades de los guayos de los jugadores de Santa Fe. Por ejemplo, ¿Qué hace el utilero cuando no aparecen los guayos del goleador?
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- Sigue el partido de Copa Libertadores 2016 entre Cobresal vs Independiente Santa Fe.
Detrás de los jugadores, cuerpo técnico y directivos de todos los equipos, hay un grupo de trabajo importante, para muchos invisible, que es vital en el andamiaje y funcionamiento de las instituciones. Bien lo dijo recientemente el técnico Gerardo Pelusso “Acá hay gente que trabaja todos los días, que son igual o más importantes que yo, pero a ellos no les hacen nota, las notas me las hacen a mí”.
Incluso, algo tan elemental como tener los guayos para jugar fútbol, conlleva una logística y un orden. Santa Fe no es la excepción. Para eso están los utileros y uno de ellos es Armando Lombana, encargado de manejar los guayos del equipo capitalino.
Lombana le contó AS Colombia cómo es el manejo de los guayos, curiosidades y anécdotas al respecto.
Inventario y relación con los jugadores. “Yo soy el encargado del inventario de los guayos. A veces discuto con los jugadores, porque reclaman que les faltan pares y me toca recordarles cuando los regalan, los dejan en los camerinos, o los refunden. Ellos mismos a veces los guardan, pero normalmente yo tengo que estar pendiente de todos”
“Tengo que tenerles chanclas, toallas, toca atenderlos de la mejor manera, porque son los dueños del espectáculo. Acá somos muy organizados. Ellos también son bien con nosotros, es como una familia, son generosos con nosotros”.
Las marcas y los colores: “Cada jugador tiene un marca de guayos, según el patrocinio que tenga. Las marcas les proveen varios pares, cada uno puede tener entre 10 o 15. A los jugadores que no tienen, normalmente los más jóvenes, los guayos se los da el equipo y a veces entre los mismo jugadores se regalan, esto es una familia”
“Los guayos de colores son una moda, los tienen la mayoría. Sin embargo, algunos conservan los negros, como Rufay Zapata, Omar Pérez, Hector Urrego, Yulian Anchico, entre otros”.
Las tallas más grandes y las más pequeñas: “Los guayos más grandes son los de Yerry Mina y los de Dairon Mosquera. Ellos duermen parados (risas). Los más chiquitos son los de Pablo Rojas o Miguel Medina. Los más pequeños que he visto son los del chileno Julio Gutiérrez, él calzaba como 34, parecían de mentiras”.
Ablandar los guayos y las cábalas: “Los guayos nuevos duran por ahí ocho días en ablandar. Toca ponérselos, usarlos, echarles alcohol y ponerlos parados para que cedan. La horma de los guayos es importante para ellos, por la pegada y la precisión”.
“Algunos no le ponen plantillas, otros lo usan durante mucho tiempo, así sean viejitos, porque han marcado muchos goles con esos. Pueden tener 10, 15 pares de guayos, pero prefieren los de la suerte”.
Cuando no aparecen: “Se me han quedado guayos, eso pasa. Me toca decirles y después los traen por correo o por avión, para que lleguen, porque a los guayos ellos le tienen cábala, usted les puede tener otros 10 pares y no, ellos quieren unos y tienen que ser esos”.
“Por ejemplo, alguna vez me pasó con Nazarith, en Cali, se me quedaron, él calzaba harto, como 43, se me quedaron unos guayos viejos, tuve problemas con él y me tocó mandarlos traer, llegaron al otro día. Hizo gol y ganamos el partido 1-0”.