Después del partido que terminó con la holgada victoria del equipo catalán, los jugadores del Real Madrid se fueron al camerino envueltos entre furia y rechifla del público, no obstante el jugador que mostró cortesía, deportividad y aceptó la derrota fue James Rodríguez.
El volante 10 'merengue' felicitó a cuanto jugador culé se le atravesó, pero fue Claudio Bravo al que tuvo en la mira en el túnel de los vestuarios para aplaudir su actuación al evitar cuatro anotaciones del Real Madrid. El colombiano consideró que si no hubiese sido por el efectivo desempeño del arquero chileno el partido habría tenido otro desenlace.