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Definitivamente es necesario admitir que cierta clase de jugadores tienen algo especial. No sé si llamarlo suerte, talento o estar tocados por una varita mágica. Ese es el caso de JOHAN ARANGO. En las horas previas al juego contra el Cali y por ausencia en entrenamientos, el jugador fue zarandeado en las redes sociales. Por indisciplinado, por enfermarse sin excusa médica, mientras su técnico y los directivos no arremetían contra el jugador ni fomentaban el juicio público…

Pues bien, en LA GOLEADA propinada al Cali tuvo mucho que ver. Buen cobrador de tiros libres, con velocidad encontró el tercer gol cuando el Cali más insistía por el empate, y definió con claridad en el cobro del penalti. Así pues que su calificación, subjetiva por supuesto consiguió alto guarismo. Sus compañeros saben de su importancia para solucionar con goles y admiten que esta liberado de otras funciones.

Ahora bien, la campaña del Once Caldas con Javier Torrente es de admirar. Sus puntos, su equilibrio entre defensa y ataque, lo cual se mira con el gol diferencia son suficientes para devolver a los aficionados la ilusión de ganar un título. Porque están bien organizados en el campo, comenzando por Cuadrado y la recia pareja de zagueros centrales, Lucena y Menosse. Pero en el conjunto saben cómo jugar. Javier Torrente, ayudante de Bielsa durante 10 años, justifica su presencia en nuestro futbol porque trajo otra idea de cómo jugar y lo hace bien.

El Cali por su parte flojo en defensa. Recibió dos goles en un santiamén y le costó mucho poder descontar y menos arañar un empate. Con Roa, por lesión de Cabezas, pareció encontrar un orientador, pero resultó flor de un día. Santos Borré y Benedetti, han declinado en juego y muy poco se acordaron de Preciado. No tuvo nunca control de partido y con solo empuje y entusiasmo nunca pudo equilibrar el partido. Perdió con merecimiento, ahora arriesga su clasificación y solo tiene la necesidad de ganar los tres puntos en Neiva y mirar de reojo el comportamiento de otros equipos en esta penúltima fecha.

Jugo mal, sin orden y tropezó con un equipo serio y conocedor de lo que quería....Para mí, Johan jugó para demostrar que es el jugador capaz de hacer diferencia…