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Santa Fe tenía la necesidad de remontar la diferencia de gol, que el Once Caldas había conseguido en Manizales. Finalmente en el agregado de los goles (3-2) los dirigidos por Pelusso quedaron con tiquete para la final de la Copa Colombia. Tres uno en los noventa minutos, donde el local, comenzó sellando el empate transitorio con un golazo de Roa, quien aprovechó un despeje defectuoso de Menosse y puso el balón en un ángulo superior.

Después y como siempre se vio en el partido, los zagueros centrales del Caldas resultaron muy lentos, cada vez que Morelo o Quiñónes les arrancaron con pique. De ahí justamente llegó el segundo de Quiñónes, quien llegó esperando un centro abajo de Morelo que arribó hasta el fondo y puso el balón para una anotación que eliminaba la posibilidad de ir al punto penal.

El tercero en una pena máxima clara y bien sancionada y mejor cobrada por Zapata, queriendo olvidar un error en el arranque del juego, cuando le dio el balón a un contrario y que llevó susto a la parcialidad santafereña. También tapó un remate sorpresivo de Estupiñán.

El Once después del 3-0, quiso levantar el espíritu ofensivo, que en general fue discreto. Johan Arango tuvo un tiro libre devuelto por la madera y casi en el cierre, Quintero puso el 3-1 que animó más a los visitantes, sin fluidez en ataque.

Espero si, que las prácticas bilardianas no vuelvan a aparecer. Esconder balones y Zapata fingiendo lesión y ganando tiempo. No era para asustarte, pero se notó que los nervios traicionaron a jugadores de Santa Fe al final.

Lo simpático del partido fue la actitud del árbitro Gamarra. Que no llegará a ser un gran árbitro aunque en esta vez, posó de simpático y cariñoso con los jugadores. Le dieron palmadas en la espalda los jugadores. Él les acarició la cabeza a más de uno. Estuvo sonriente dando a entender que quería granjearse una amistad fingida con los futbolistas. Pensaría para sus adentros: "si no puedo dirigir bien, al menos los jugadores me van a querer".

Santa Fe fue mucho más que el Caldas, antes el blanco blanco y ahora el negro negro. Los cardenales fueron capaces de remontar el primer resultado adverso en el Palogrande y están pensando en un cupo a la Copa Suramericana.