Lo regaló

Increíble la forma como regaló el partido el Deportes Tolima. Fue mucho más que Sportivo Luqueño en el primer tiempo y allí al cierre de ese periodo el 1-0 sino era escaso, si hacía pensar en un segundo periodo con más contundencia.

No resultó así, porque los paraguayos se empeñaron en acelerar el partido y presionar fuerte delante de Silva, el arquero quien también "regaló" el gol del empate, como su colega del luqueño lo había hecho con el de Jonathan Estrada. El rebote del arquero lo acomodó de forma inteligente Estrada por encima para premiar con anticipación el mejor jugador del Tolima.

Ahora bien, el título del regalo es válido si tengo en cuenta que Marco Pérez en la inicial desperdició delante del arco una clara ocasión de gol. Estrada en el segundo tiempo también, de buena incursión, remató con derecha por encima del horizontal y Didier Delgado, tampoco aprovechó otra, cuando el Tolima después del empate se fue a buscar el 2-1. No pudo no tanto por la resistencia del contrario, sino por la propia ineficacia. Es aceptable perder una oportunidad de gol. Pero cuando se pierden tres, nada remedia la frustración.

El juez procedió bien en las dos expulsiones. La de Godoy, porque le aplicó una plancha a Estrada y en algo se pareció a la de Tévez en el campeonato argentino. Salió bien librado Estrada. En la de Ibargüen, tenía razón el jugador en reclamar por un falta en el borde del área, que no era penalty, pero si falta, ignorada por el árbitro. Estuvo mal el jugador al reaccionar y protestar, porque es una persona que tiene derecho a molestarse con una injusticia. A veces pareciera que los árbitros no fueran seres humanos.

El partido de vuelta será complicado para Tolima, por ese gol visitante del Luqueño. Ojalá alguno de los delanteros paraguayos que tiene, Rogerio Leichtweis o Robin Ramírez, aporten más al ataque.

En esta noche, Tolima resultó muy generoso. Derrochó tres claros momentos para el gol y se equivocó en el gol de Ortega.