Terminó goleado

Tres jugadores lograron con Nacional superar en campo pesado por la lluvia, provocando algunas acciones cómicas, al Cali. Esos tres fueron el goleador Duque quien en dos oportunidades demostró por qué debe ser titular en el puesto.

En el primero se movió a la zona que le marcó Chará y en el segundo cobró como se debe hacer en una pena máxima, además legítima.

El segundo resultó Jimmy Chará, quien por su peso liviano se movió como pez en el agua. Rápido, incontrolable para los volantes caleños y con visión de pase gol, como ocurrió en el primero de Duque.

El otro fue Macnelly que ensayó, sin éxito en la media distancia, pero es el eje de su equipo. Tiene control y manejo de balón. Esos tres jugadores le alcanzaron a Nacional para con contundencia superar al Cali. Este puso por un rato a Roa, quien mostró algunas intenciones, pero siempre se cayó en la acción definitiva.

Ahora bien, los delanteros del Cali no entendieron el partido y es como se hubieran quedado en su ciudad. Ninguno de los tres utilizados, peleó el balón como lo hizo el de siempre, Andrés Pérez y en cambio tampoco apoyaron ni Angulo ni Palacios los laterales.

Dicho lo anterior, hasta Marlos Moreno aprovechó un rechazo corto de Hernández a remate de Sebastián Pérez para poner la fresa que le faltaba al ponqué.

Muy mal el Cali sin fuerza ni potencia en la delantera, una de sus líneas más eficaces y sólo dependiendo de los que pudieran defender. Apenas perdió 3-0 y eso que el horizontal evitó el cuarto. Nacional en cambio fue práctico, se acomodó mejor al estado del piso y ganó con solvencia.

Un detalle: ningún jugador del Cali saludó al árbitro al final. Los jugadores entienden cada vez más, que los jueces son enemigos del fútbol. Los saludan antes de comenzar a jugar, porque toca. Nada más.