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No es habitual que dos delanteros, llamados de punta o acostumbrados a jugar sin muchos socios, resulten figuras, al menos en el primer tiempo del juego Millonarios-Cali.

Rangel, del lado azul, comenzando el partido tuvo una buena aproximación de media vuelta, que dio aviso de su olfato para el gol. Casi enseguida, Robayo inventó un buen amague delante de Palacios y su pase hacia el centro derivó en el gol de Rangel, anticipando a Lozano que intentó el cierre.

Rangel tuvo en ese pasaje paciencia para esperar el centro de Núñez, quien definitivamente debe ser habitante de la raya, como aquellos punteros de antes. Su papel es amagar, ante un discreto lateral, Angulo y calibrar centros para Rangel. Debe ser una fórmula para insistir en ella, por parte de Lunari, más contando con Lewis Ochoa totalmente recuperado.

Si Rangel fue el jugador clave en el local, ni hablar de Harold Preciado por el Cali. Estrelló un remate en el horizontal, antes de definir el empate, con una excelente acción. Recibiendo pase de Lozano, superando a Ochoa y sin que pudiera llegar Díaz, para rematar de zurda. Un golazo.

Por eso, en un buen primer tiempo, Millos estuvo mejor veinte minutos, aunque después aflojó y le cedió la iniciativa al Cali. Los mejores, los dos centrodelanteros… no para mortificar a los estudiosos de la táctica sino para recordar a quienes triunfaron en ese puesto. Que solo admite a los goleadores.

El segundo tiempo entró en una disputa del balón. Muchas caídas, golpes, tarjetas amarillas y solo quedo para rescatar algunos trabajos como el de Silva, el volante de Millos, mientras Mayer estuvo apagado y solo rescataría nuevamente a Rangel que en el minuto 87 remató de media vuelta arriba sin mucha fuerza y fue bien controlada por Hernández. Preciado también tuvo un mano a mano con Vikonis y él mismo en el final, ingresó por la izquierda y sirviendo como corresponde el pase atrás para Murillo, que no pudo aprovechar un error de Cadavid.

Tanto Rangel como Preciado se fueron con cuatro goles cada uno en su alforja y lejos resultaron determinantes no solo por los goles, sino porque cumplieron a cabalidad con su papel.