La contrarreloj, una pelea contra el tiempo y el viento
La primera etapa de la Vuelta a Colombia fue una CRE. En estas pruebas la física y aerodinámica se ponen a prueba y los mejores llevan ventaja. Así es la pelea contra el reloj.
No es igual a una etapa normal pero una contrarreloj lleva la misma preparación y trabajo. Además, para los que entienden de física, se convierte en una verdadera distracción. Y es que cada detalle en este tipo de pruebas hace la diferencia y cada segundo cuenta. Se gana o se pierde.
Libardo Leyton, director del Movistar Team América y Rafael Montiel, ciclista del Orgullo Antioqueño explicaron a AS Colombia por qué la bicicleta, el casco y el enterizo son diferentes en una etapa de velocidad.
“Por mínimo que parezca, cualquier detalle es importante. Una ventaja de un segundo por kilómetro en solo 24 (distancia de la CRE en Bogotá) significa una buena diferencia. Las bicicletas aerodinámicas, la relación más grande, la posición en la que tienes menos roce y fricción con el viento, los tubulares diferentes y más lisos que permiten que vayas más rápido sobre el asfalto. Todos esos detalles marcan diferencia”, explicó Leyton.
Por su parte, Montiel indicó que todo lo que se haga ayuda en un momento en el que el ciclista hace fuerza extra por ir prácticamente solo, “se trata de un esfuerzo individual entonces la idea es ganar un poco más de aerodinámica con el enterizo para que el viento no le pegue a uno tanto y haya más rendimiento”
El Movistar es una de las escuadras favoritas para llevarse la general de la Vuelta y la clasificación por equipos por eso, en su caso, se lleva con mucho cuidado y atención cada aspecto en carretera, sobretodo en la lucha contra la naturaleza que, incluso, es más fuerte que la que se libra ante los rivales, sin embargo, Leyton asegura que, ante todo se necesitan buenos ciclistas.
“Todos los beneficios del material que se puedan tener para reducir la fricción con el viento y lograr velocidad son importantes y significan segundos. Pero para todo hay que pedalear, entonces hay que tener hombres fuertes y una buena estrategia con potencia, orden y ciclistas que den seguridad adelante y atrás”.
El enterizo
Aunque no se repare en él, el enterizo que usan los ciclistas para una contrarreloj es diferente al de una etapa normal. Leyton explica sus diferencias, “tiene menos costuras, es más adherido a la piel, no tiene espacio por donde pueda entrar el viento y lo que se busca es siempre tener la menor fricción con el viento”.
Las ruedas
Y como el viento es el principal enemigo también en las ruedas de la bicicleta se busca equilibrio, “normalmente se usa una rueda venticular, aveces se usan las dos pero, como hay viento solo se usa una porque se corre el riesgo de una caída o de desacomodar al equipo”, afirmó Leyton.
“Lo que busca la rueda venticular es que el viento pase lo más rápido posible por esta y que no haya freno, además, por su contextura y la forma como está concebida, da mayor impulso y evita que el viento se cuele”.
Lo que ratifica Montiel, “ayuda a impulsar más porque tiene algo por dentro que hace que esto pase pero lo más importante es que corta el viento”.
En la Vuelta habrá otras dos contrarreloj, la primera será en la octava etapa de 23.2 kilómetros y la segunda será en la última fracción, una cronoescalada nocturna de 17.5 kilómetros.