Mascherano, el bastión de Argentina en la final
El mediocampista volvió a ser el punto más alto de la selección dirigida por Gerardo Martino. Jugó los últimos 15 minutos lesionado del gemelo izquierdo.
En 2003, con 19 años y de la mano de Marcelo Bielsa, Javier Mascherano vistió por primera vez la camiseta de la selección mayor. Desde aquella época fue irremplazable, su corazón siempre lo dejó en cada cancha que pisó con la ‘albiceleste’.
12 años después su estampa es la misma. En la final de la Copa América, ante Chile, fue el ‘jefecito’, el líder, el baluarte de los 120 minutos de juego. Mostró personalidad, metió la pierna cuando se necesitaba y siempre le entregó el balón a un compañero; tan solo tuvo 3 pases incorrectos de 60.
En compañía de Lucas Biglia controló el mediocampo argentino, pocos chilenos pasaron por su zona. Fue un verdadero gladiador.
Por poco el fútbol le juega una mala pasada en el minuto 105. Dejó pasar un balón en la mitad de la cancha que Alexis Sánchez no supo capitalizar en gol. De haber sido aprovechado por el delantero chileno, Mascherano hubiera pasado de héroe a villano injustamente.
En esa jugada, el mediocampista del Barcelona quedó lesionado del gemelo izquierdo, pero no pudo ser sustituido porque Argentina ya había hecho los tres cambios. Su equipo lo necesitaba y jugó en una pierna los últimos 15 minutos.
El resultado no fue el esperado para Mascherano y sus compañeros; los penales le quitaron la posibilidad de alzar su primer trofeo con la selección absoluta. A pesar de eso, ‘Masche’ podrá salir con la frente en alto. Lo dejó todo por su camiseta y por más de 40 millones de argentinos.